Interior y maletero del Opel Frontera Hybrid

Los plásticos y acabados son, en general, sencillos, pero acordes al precio y bien montados. Los asientos sorprenden por su buena sujeción lateral y el trabajo realizado en la ergonomía, aunque la banqueta podría tener un mullido algo más firme. Hay detalles como rebajes en la base de los asientos que recuerdan a los coches más deportivos, y aunque la sensación inicial puede ser que el mullido es blando, en marcha resultan cómodos incluso en trayectos largos.

El espacio interior es generoso para cuatro ocupantes adultos, especialmente en las plazas traseras, donde destaca el espacio para las piernas y la altura libre al techo, incluso para personas altas. La plaza central, en cambio, es poco práctica para adultos, aunque cuenta con reposacabezas propio.

Multimedia

En la versión Edition, destaca por no llevar pantalla central, sustituyéndola por un soporte para el móvil, que se puede conectar mediante una app para manejar algunas funciones del coche, como el audio. En la versión GS, sí hay una pantalla multimedia de 10 pulgadas, además de la instrumentación digital, también de 10 pulgadas.

A esto se suman elementos como climatizador, carga inalámbrica de móviles, reposabrazos central y sistema de reconocimiento de voz. En ambas versiones, Opel ha incluido mandos físicos para la climatización, lo que facilita su uso en marcha. La versión GS también añade cuatro puertos USB (dos delanteros y dos traseros), cargador por inducción ventilado para teléfonos y cámara trasera.

El Frontera ofrece un maletero de 460 litros, una cifra notable para un SUV de este tamaño con la posibilidad de ampliarlo hasta 1642 litros al abatir los asientos traseros. La modularidad está bien pensada, con asientos traseros abatibles en proporción 60:40, y huecos portaobjetos repartidos por todo el habitáculo con hasta 35 litros de capacidad adicional.

En el futuro, cuando llegue la versión de siete plazas, será uno de los pocos modelos de este tamaño con esa posibilidad.