Precio y opinión del Citroën C4

El Citroën C4 es un coche de 4,36 metros de largo con cinco puertas y capacidad para cinco pasajeros, además de una variante con una carrocería de tipo "fastback" llamada C4 X. Está disponible con dos motores de gasolina y uno diésel, y tiene una versión cien por cien eléctrica denominada Citroën ë-C4, cuya prueba puedes leer aquí . Citroën también denomina C4 a su monovolumen C4 SpaceTourer, un modelo con mayor altura y capacidad de maletero, que es la evolución del anterior Citroën Picasso.

Los motores de gasolina son de tres cilindros y se denominan PureTech, mientras que los diésel son de cuatro y se apellidan BlueHDi. Todos ellos tienen 130 caballos, y se pueden combinar con cambio manual de seis marchas o automático de ocho velocidades. Adicionalmente existe una versión denominada Puretech 155, con el mismo motor de gasolina de 3 cilindros pero con 155 caballos y cambio automático. Carece de versión con algún tipo de hibridación.

Esta generación del Citroën C4 vuelve tras una época en la que la marca dejó de apostar por este tipo de carrocerías. El actual C4 tiene unas curiosas dimensiones. No llega a ser un SUV, puesto que es más bajo que ellos, pero resulta más alto que cualquiera de los rivales con los que siempre ha competido, como son el Ford Focus, el VW Golf, el Mazda 3, el Seat León, etc. En cierto modo es equiparable al Peugeot 2008 (comparativa). El motivo es que su plataforma está preparada para albergar la batería de su versión eléctrica ë-C4 en la parte inferior del habitáculo.

El Citroën C4 está disponible con tres niveles de acabado denominados Feel, Feel Pack y Shine. Desde el más básico cuenta con climatizador automático bizona, las luces tipo led y el pack Safety, que incluye la frenada de emergencia, el aviso de riesgo de colisión, la alerta al cambio involuntario de carril y el reconocimiento de señales de tráfico.

El Feel pack añade la cámara de visión trasera y los recomendables sensores de aparcamiento traseros, además del navegador, los retrovisores eléctricos y el Head Up Display. El Feel Pack es el acabado que recomendamos para el C4. Con el acabado Shine se añade el Pack Safety Plus, el acceso y arranque sin llave y el control de ángulo muerto. Tiene siete colores de carrocería a elegir y se puede personalizar su estética con los protectores Airbump, así como con distintos embellecedores. Se puede pedir con hasta cinco diseños de interior diferentes, denominados estándar, Urban Grey, Metropolitan Grey y Hype Black.

El Citroën C4 está a la venta con las versiones de gasolina Puretch de 130 y 155 caballos, la diésel BlueHDi de 130 caballos y la eléctrica ë-C4 de 136 caballos. Salvo la eléctrica y la de 155 caballos, que son obligatoriamente automáticas, el resto llevan cambio manual de 6 velocidades de serie y se pueden combinar con el cambio automático de doble embrague de 8 velocidades. Más adelante se añadirán los motores de 100 caballos de gasolina y 110 caballos diésel, en ambos casos vendrán con cambio manual de seis velocidades sin opción de automático.

El Citroën C4 es un coche con un comportamiento tranquilo y agradable. Busca el confort por encima de todo, sin renunciar a un chasis que responde con seguridad. La suspensión de topes hidráulicos que monta de serie le permite ser efectivo en su comportamiento. Sin embargo transmite sensación de coche blando. Esto último se puede ver como una ventaja o un inconveniente, en función de lo que cada uno busque en su coche. La carrocería balancea en exceso y esto no gustará a todo el mundo. A su favor tiene que pasa por los baches con un agradable confort y que la estabilidad es mejor de lo que ese balanceo hace presagiar; no pierde la línea y va por donde le decimos.

Tiene una habitabilidad en la línea de lo que ofrece la media de sus rivales, con buen espacio en las plazas delanteras y suficiente en las traseras. De momento la oferta de motores es pequeña, aunque la familia crecerá por la parte de las versiones básicas. En definitiva se trata de un coche sin complicaciones, bien hecho y destinado a conductores que no demanden un coche con carácter deportivo y sí uno funcional y cómodo.