GMA T.33: tan pequeño como un Boxster, tan potente como un Huracán y tan caro como un LaFerrari

Gordon Murray Automotive, el fabricante de automóviles deportivos que es propiedad del reputado ex ingeniero de Fórmula 1 Gordon Murray, ha presentado su segundo modelo, denominado T.33. Se trata de un coche de muy altas prestaciones. A diferencia del T.50, el primer producto de la marca británica que fue desvelado el año pasado como un homenaje a la trayectoria profesional de su creador, el nuevo T.33 sólo dispone de dos plazas, es más “barato”, técnicamente más “sencillo” y tiene un planteamiento más confortable o apto para el uso diario. Pese a ello, no renuncia a una clara orientación hacia el placer de conducción. En este artículo, repasamos todo lo que ofrece este vehículo, actualmente sin competencia directa.

El diseño Gordon Murray Automotive T.33 es, básicamente, una mezcla entre el Ferrari Dino 206 S de 1966 y el Porsche 904 de 1964, dos coches de carreras coetáneos que compitieron en Le Mans. Mide 4,40 metros de longitud, 1,85 metros de anchura y 1,14 metros de altura con una distancia entre ejes de 2,74 metros. Su habitáculo cuenta con dos asientos y su maletero, sito delante de la cabina, dispone de un volumen de 280 litros, que es mucho para esta clase de automóvil. Su techo, que incluye una toma de aire para la admisión del motor, es cerrado, aunque para su construcción se ha empleado un parabrisas de grandes dimensiones. El depósito de combustible tiene 75 litros de capacidad, lo cual augura una buena autonomía.

Para el apartado mecánico, Gordon Murray ha optado por dotar al T.33 de un propulsor V12 de gasolina, aspiración natural, 4,0 litros y origen Cosworth instalado en posición central trasera y longitudinal. Desarrolla 615 CV de potencia máxima que se entregan a 10.500 rpm, aunque es capaz de girar hasta 11.100, que es un régimen altísimo para un coche homologado para circular por la calle. Su par máximo, de 451 Nm, se consigue a 9.000 rpm, si bien, según la compañía, tres cuartas partes de ese rendimiento están disponibles desde 2.500 rpm, por lo que es más elástico que el del T.50. Toda la fuerza se transmite al asfalto a través del eje trasero, que cuenta con un diferencial de deslizamiento limitado y controles electrónicos desconectables.

De serie, el motor se acopla a una transmisión manual de seis relaciones fabricada por Xtrac, muy ligera (82 kg), pero se puede equipar opcionalmente una semiautomática aún más ligera (78 kg). En combinación de la segunda opción, se garantiza un cambio de marchas sin interrupción de par. Gracias a un monocasco de fibra de carbono, material que también se usa en los paneles de la carrocería, y a la simplificación estructural del conjunto, este vehículo pesa 1.090 kg, que es muy poco incluso para un superdeportivo con doce cilindros. La suspensión, formada por dobles triángulos superpuestos en los dos ejes, ha sido modificada respecto al T.50 para aumentar su grado de confort. Los amortiguadores no permiten ajuste variable.

Los discos de freno de este automóvil son de compuesto carbocerámico. Los delanteros tienen 370 mm de diámetro con pinza de seis pistones, mientras que los traseros cuentan con 340 mm y pinza de cuatro pistones. Están cubiertos por unas llantas de 19 y 20 pulgadas respectivamente en cada eje. Las medidas de los neumáticos son de 235/35 delante y 295/30 detrás, dotándose en ambos casos de unos Michelin Pilot Sport 4S. Para que resulte más fácil de conducir, especialmente en entornos urbanos y durante las maniobras de aparcamiento, GMA ha decidido proveerlo de una dirección asistida mediante bomba hidráulica que no se puede hallar en el modelo T.50, el cual tiene asistencia eléctrica únicamente disponible a baja velocidad.

El T.33, pese a no tener una aerodinámica activa ni una puesta a punto tan elaborada como el T.50, cuesta 1.640.000 euros antes de impuestos. Auténtico si no único por su inusual concepción, sólo se construirán 100 unidades para todo el planeta que se entregarán a sus clientes a partir de 2024. Quedan por conocer sus prestaciones. También su consumo, aunque esto no debería suponer un problema para sus propietarios. Entre su equipamiento estándar y como muestra de su enfoque “racional” a pesar de la intensa experiencia al volante que GMA promete brindar, se encuentra un selector de modos de conducción, un sistema multimedia compatible con Apple CarPlay o Android Auto y una cámara de visión posterior.

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