Volkswagen anuncia una nueva marca de todoterrenos eléctricos: Scout

Tras más sombras que luces en Estados Unidos durante la última década, el Grupo Volkswagen ha anunciado oficialmente su intención de penetrar con fuerza en este mercado a través de una nueva marca de vehículos eléctricos llamada Scout. Este mismo nombre es el que se venía usando desde hace años para el acabado más orientado a la conducción fuera del asfalto de algunos modelos (no SUV) de Skoda, como el Octavia. La firma recién comunicada iniciará sus ventas en América a finales de 2026, mismo momento en el que dará comienzo su producción, y se centrará exclusivamente en la fabricación de pickups y todoterrenos con cero emisiones netas.

“La electrificación nos brinda una oportunidad histórica para ingresar al altamente atractivo segmento de camionetas y los todoterrenos, lo que subraya nuestra ambición de convertirnos en un actor relevante en el mercado estadounidense”, ha dicho Herbert Diess, CEO del grupo automovilístico alemán. En su mensaje oficial, Volkswagen asegura que tanto el diseño como el desarrollo y la fabricación de esta clase de coches, enfocados en el cliente americano y sus necesidades de espacio, capacidad off-road y resistencia, se llevarán a cabo de forma separada e independiente en Estados Unidos a fin de crear una compañía sólida al otro lado el Atlántico.

Los primeros prototipos de Scout, de los que por ahora sólo hay unos bocetos muy sencillos con algunas líneas maestras (como en la imagen de portada de este artículo), se darán a conocer a lo largo del año 2023 y las versiones de producción no llegarán a los concesionarios de aquel país hasta finales de 2026. Según la matriz de origen alemán, la empresa en cuestión empleará un nuevo concepto de plataforma de construcción que ofrecerá posibilidades técnicas más allá de la cartera actualmente existente dentro del grupo a esta orilla del océano. En otras palabras, los modelos que nazcan allí nada tendrán que ver con los Volkswagen ID engendrados en Europa.

El mercado estadounidense es uno de los que mayor crecimiento están demostrando a escala global en el ámbito de los coches eléctricos. Si a esto se suma el éxito del formato de carrocería grande y robusta que presentan los 4×4 (seguramente serán automóviles con dos motores, uno por eje, y tracción integral), con independencia de su tipología, resulta sencillo entender que lo que realmente ha presentado Volkswagen es una “palanca” o una estrategia para aumentar la rentabilidad en una región del planeta donde se han sentido incómodos. Su objetivo, comentan, es llegar a una cuota de mercado del 10%, sin especificar cuándo pretenden alcanzar tal cifra.

La inversión inicial, que será de aproximadamente 100 millones de dólares antes de 2026, servirá para competir contra Ford, Chevrolet y Hummer en su propia casa y con una serie de firmas automovilísticas americanas de nueva generación como Rivian o la más conocida Tesla, que presentó su Cybertruck hace ya casi tres años (no se entregará a sus primeros clientes hasta 2023 si no hay nuevos retrasos). Se desconoce si, precisamente Ford, con base en la alianza que mantiene con Volkswagen, podría ayudar a los germanos a desarrollar estos vehículos como ya ha hecho con el Amarok (pickup pequeña), que tendrá una versión 100% eléctrica muy pronto.

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