Las cinco claves del éxito de España como fabricante de coches: fortalezas para el futuro

España es, por volumen, el noveno ensamblador de automóviles del mundo y el segundo de Europa. Debido a su madurez y a su calidad productiva y operativa, se trata de un país con un fuerte liderazgo internacional en esta industria y que exporta la mayor parte de lo que produce, principalmente a otros países del Viejo Continente. ¿Con qué fortalezas afronta la transición energética y la crisis de los semiconductores en un escenario cambiante y donde los coches eléctricos son el núcleo de las decisiones estratégicas? En este artículo explicamos las cinco claves del éxito de nuestra región como fabricante.

Actualmente, nuestro territorio nacional cuenta con un total de 17 fábricas dedicadas a la construcción de coches. Están gestionadas por compañías multinacionales del sector tan relevantes como Stellantis, Volkswagen, Renault o Ford, que ahora se encuentran sumidas en un proceso de adaptación y transformación de sus plantas para redimensionar la producción, reaccionando a las nuevas y futuras demandas por parte de unos consumidores que retrasan cada vez más la decisión de compra ante tanta incertidumbre. ¿Qué tiene España para no perder su autoridad en este campo durante los próximos años?

Mano de obra barata y cualificada

Producir vehículos en España da seguridad a los fabricantes como resultado de más de 60 años de experiencia y especialización. Nuestro país tiene trabajadores altamente capacitados y un coste de fabricación muy competitivo gracias, en gran medida, a unos salarios relativamente bajos en comparación con los de los estados más desarrollados del planeta. Esto crea mucho valor añadido para las empresas en una región sin grandes marcas propias desde hace décadas.

Situación geográfica privilegiada

España dispone de una ubicación óptima desde un punto de vista logístico. Las principales corporaciones automovilísticas invierten en nuestro territorio porque, entre otras ventajas, ahorran costes de transporte. Contamos con conexión directa con el resto de Europa mediante carretera y ferrocarril. Además, tenemos puertos marítimos en todas las direcciones. A esto se suma una estrategia exportadora referente a escala global y una excelente infraestructura.

Relación con CC.AA., G15 económico y miembro UE

Cada fabricante ha encontrado buenos socios políticos en diferentes comunidades autónomas (Volkswagen en Cataluña y Navarra, Stellantis en Galicia y Aragón, Renault en Andalucía y Castilla y León, etc.), que ofrecen ventajas fiscales a cambio de la generación de muchos puestos de trabajo locales. Adicionalmente, España es una de las quince mayores potencias económicas del mundo y miembro de la Unión Europea, algo que resulta atractivo para las empresas del sector.

Industria auxiliar y de componentes sofisticada

En España tenemos compañías muy importantes, muchas de ellas multinacionales, dedicadas a los subsectores de la industria automovilística. Se trata de proveedores de piezas y tecnología altamente reconocidos, competitivos y con mucha experiencia en este ámbito que dan una cobertura de garantía a los fabricantes de coches. En otras palabras, nuestro país también ha sabido ganarse la confianza y la predilección de las firmas de vehículos como abastecedor.

El Gobierno sabe que es un sector estratégico

Todos los gobiernos de la historia moderna de España, independientemente de su ideología, siempre han dado por hecho que esta es una industria estratégica a la que hay que cuidar y potenciar en la medida de lo posible, ya que aporta aproximadamente un 10% del Producto Interior Bruto. Normalmente, las políticas fiscales han incentivado la producción y la renovación del parque móvil, además de apoyar la distribución y el asentamiento de nuevas plantas.

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