Así es el tuning para coches eléctricos

25 de marzo de 2022 de

Se podría pensar que el tuning, entendido como la mejora del rendimiento o la personalización del aspecto de un automóvil de serie, desaparecerá cuando sólo se vendan coches eléctricos y se prohiban los térmicos. Sin embargo, aunque esta clase de vehículos no tenga motores que rujan ni cambios de marchas que permitan al conductor sentir un pleno control sobre la mecánica y las prestaciones que esta es capaz de desarrollar, ya existen varios especialistas en la modificación de modelos con baterías y motores eléctricos. Así es el “tuning del futuro”.

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Menos sonido y más apariencia visual

Por lo general, la primera mejora que realiza en su coche una persona que desea tunearlo es el sonido del motor, lo cual se consigue con líneas de escape (o segmentos de esta) con silenciadores menos restrictivos, hasta el extremo de instalar tubos “rectos”, es decir, sin catalizadores, filtros antipartículas o silenciadores desde el colector hasta la salida de gases al exterior. Este efecto sólo es posible en un vehículo eléctrico mediante un software y un equipo de altavoces que, convenientemente sincronizados, simulen el ruido de un motor de combustión.

De este modo, se podría decir que, aunque todo es posible, el tuning para coches eléctricos está más orientado a la personalización estética del automóvil o, como mucho, a las mejoras de su chasis. Esto incluye todos los elementos de la carrocería y de la suspensión, siempre dentro de los límites técnicos de cada modelo (hay piezas específicas para eléctricos), de la seguridad, de la legalidad de homologación y de las normas de tráfico. Básicamente, la apariencia de un coche se puede cambiar tanto como se quiera con independencia de su sistema de propulsión.

Reprogramaciones: potencia y eficiencia

Al igual que los motores de gasolina o diésel convencionales, los eléctricos pueden potenciarse mediante una reprogramación. Se trata de una modificación que se lleva a cabo sobre la gestión electrónica del propulsor o de los propulsores (puede tener varios). Es decir, una transformación del software que rige el funcionamiento del vehículo y que resulta en una mejora sobre la potencia, el par, el consumo energético o todo al mismo tiempo. Los desarrolladores de esta clase de optimizaciones ya ofrecen sus productos para algunos modelos de tal tipo.

Durante estas operaciones sobre la centralita o la unidad de control electrónico del motor (ECU), se trabaja con los márgenes de seguridad de funcionamiento que el fabricante ha diseñado inicialmente para cada propulsor, que suelen ser muy conservadores en pro de garantizar su fiabilidad y la de la batería. Si, previo estudio, se lleva a cabo una alteración de los parámetros en pos de una mayor eficiencia (no sólo de la potencia), es posible ganar autonomía entre recargas que, recordemos, es el talón de Aquiles de la movilidad eléctrica ante la escasez de cargadores.

Con todo, no es recomendable hacer esto. La primera razón es porque una modificación de este tipo es fácilmente detectable y cualquier fabricante dejará de inmediato sin garantía oficial un vehículo sometido a esta clase de operaciones. La segunda es porque muchas marcas de coches eléctricos desarrollan sus baterías y sus motores pensando en actualizaciones remotas sobre las centralitas de sendos componentes para obtener más potencia o más autonomía y, en definitiva, ofrecerán mejoras “gratuitas”, seguras y compatibles con la garantía legal del automóvil.

Los mejores coches eléctricos para tunear

El tuning eléctrico, aun siendo ya un jugoso nicho de mercado, será más popular a medida que esta clase de tecnología se extienda en la industria de la automoción. Hoy en día, lo normal es que un entusiasta del tuning, generalmente conservador, continúe recurriendo todavía a coches tradicionales con motores de combustión para sus transformaciones y personalizaciones. Sin embargo, “el futuro está decidido” y cuanto más rápido se adapten las empresas de tuning a la nueva realidad del sector, mayores serán sus posibilidades de supervivencia y beneficio.

Los modelos eléctricos que más suelen modificarse o que más susceptibles son de ello en la actualidad son el Tesla Model 3, el Nissan Leaf y el Volkswagen ID.3, aunque existen otros. El Tesla destaca por sus prestaciones y su autonomía de serie (hasta 480 CV y 600 km), mientras que el Volkswagen lo hace por su calidad de rodadura y su grado de habitabilidad. Si estás pensando en adquirir alguno de ellos, recuerda que en carwow.es puedes comprarlos con descuentos de hasta 5.000 euros en el caso del Nissan. ¿A qué esperas para configurar el tuyo y ahorrar?

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