Interior y maletero del Mercedes GLA

Si te suben a un Mercedes-Benz GLA con una venda en los ojos, cuando te la quites y veas el salpicadero, te resultará difícil saber si estás en un Clase A, en un CLA o en un GLA. Reconocerás que estás en el SUV por pequeños detalles, como una posición más elevada o la forma del salpicadero en la zona del acompañante. Todo lo demás es idéntico, lo cual no es malo, pues Mercedes-Benz sabe bien cómo crear interiores de aspecto llamativo y funcionales.

En las plazas delanteras se viaja muy bien. Hay unos asientos de buen tamaño, confortables y que sujetan bien el cuerpo en las curvas. El conductor no tendrá problema para encontrar una postura cómoda, pues los ajustes disponibles, tanto para asiento como para volante, son diversos y amplios. También es de agradecer lo bien organizado que están todos los mandos y el tamaño de los huecos portaobjetos disponibles, hace que uno se sienta rápidamente como en casa.

Como en los Mercedes-Benz de gama superior, los asientos siempre van tapizados en cuero. Es cuero artificial (Artico) de serie o, si se paga el extra, cuero natural. Puede ir teñido de colores como verde salvia, negro, beige o rojo burdeos. Los asientos pueden tener ajustes eléctricos y calefacción, aunque no ventilación. También hay disponible una variedad de molduras decorativas para personalizar el interior, como aluminio, plástico efecto carbono y dos tipos de maderas.

El acceso a las plazas posteriores es sencillo porque las puertas dejan un hueco generoso, lo cual siempre vendrá bien a la hora de introducir y sacar niños de sus sillitas (hay anclajes ISOFIX en las plazas laterales, muy fácilmente accesibles). Otro punto a favor del Mercedes-Benz GLA como vehículo de uso familiar es la función de poder deslizar la banqueta a lo largo (14 centímetros). Es una opción, pero merece la pena pagarla pues nos permitirá sacar mayor provecho al habitáculo. Asimismo, los respaldos de las plazas traseras se pueden ajustar en distintos grados inclinación (de serie).

En cuanto a espacio, anda bien servido, aunque no es el mejor entre sus rivales como veremos en el siguiente apartado. En lo que respecta a “lujos” disponibles para los pasajeros traseros, estos cuentan con salidas de aire en la consola central, dos tomas USB de tipo C, asideros en el techo, huecos en las puertas y un reposabrazos central abatible. No hay posibilidad de hacer ajustes en el sistema de climatización (tampoco en el Audi Q3 ni el BMW X1).

Medidas interiores frente a sus rivales

Como es habitual en los modelos de Mercedes-Benz, el GLA es un vehículo que gracias a la extensión de sus regulaciones se adapta muy bien a multitud de estaturas. El asiento del conductor tiene un recorrido de 23 centímetros, por lo que se puede poner muy cerca o muy lejos del volante, al gusto de cada uno. La altura hasta el techo, sin ser sobresaliente (es ligeramente inferior a la de un BMW X1 y un Audi Q3) es más que sobrada para gente de talla superior a la media.

En la fila posterior hemos medido un hueco para las piernas de entre 59 y 73 centímetros (recordemos que esta fila es deslizable). Son unas cifras que mejoran las que medimos en un Audi Q3 (55 a 70 cm), pero no llegan a la excelencia del BMW X1 (62 a 76 cm).

En lo que respecta a anchura entre puertas, hay 138 centímetros, igual que en un Audi Q3 y tres centímetros menos que en un BMW X1. Por último, la distancia entre la banqueta y el techo es de 95 cm, de nuevo igual que en el Audi Q3 y tres centímetros menos que en el BMW X1. Personas de hasta 1,85 metros de estatura viajarán bien.

Por lo tanto, vistas estas cifras, quien esté dudando entre un Audi Q3, un BMW X1 y un Mercedes-Benz GLA para destinarlo a un uso familiar y quiera el máximo espacio posible, el BMW es la mejor opción.

Calidad de acabado

El habitáculo da una buena impresión a la vista y, por lo general, también al tacto. Hay muchas superficies que tienen un tacto gomoso y los encajes de las piezas son precisos. No obstante, hay partes mejorables. Por ejemplo, Mercedes-Benz abusa del plástico negro brillante, además en zonas muy expuestas a ser manipuladas, como en la consola central y en el marco de las salidas de aire.

Tampoco nos convence el tacto de algunos mandos, como el de los elevalunas y los del climatizador, que se sienten endebles al accionarlos. Afortunadamente, circulando, no se aprecian chirridos ni sonidos malsonantes, pero tanto el Audi Q3 como el BMW X1 transmiten una sensación de solidez y durabilidad superior.

Multimedia

Este es uno de los puntos más brillantes del Mercedes-Benz GLA (y en general de todos los Mercedes-Benz actuales). En el salpicadero nos encontramos con dos pantallas de 12,3 pulgadas, instrumentación y multimedia. Esta es la configuración que hemos probado, si bien no es la de serie (de serie viene con dos pantalla de 7 pulgadas).

Las pantallas son muy buenas por resolución, brillo y nitidez. El aspecto gráfico también está muy cuidado gracias a un diseño moderno y atractivo. La parte de hardware está a la altura que se espera, con potencia sobrada par mover con fluidez todo lo que se muestra en la pantalla.

La instrumentación tiene un alto grado de personalización. Está a años luz de lo que ofrece el BMW X1 en este sentido. Pero aún más importante, es que toda la información, que puede llegar a ser muy abundante, se lee fácil y con poca distracción.

El sistema multimedia requiere un tiempo de aprendizaje para dominar su uso, no tanto para acceder a las funciones esenciales, como el audio, sino para sacarle el máximo partido a todas sus capacidades, que son muchas. La manera de interactuar es con toques directamente en la pantalla, o bien, utilizando el touchpad que hay entre los asientos. Nos congratula que el apartado de climatización quede excluido del sistema multimedia y su manejo se haga a través de uno botones físicos dedicados únicamente a este menester.

El sistema de reconocimiento de órdenes vocales merece una mención aparte. Su capacidad para entender frases enunciadas en un lenguaje natural es de lo mejor que hay actualmente en el mercado. Este sí es un sistema de comandos vocales que apetece usar.

El Mercedes-Benz GLA tiene un maletero de 435 litros, que se queda en 385 litros en el caso de la versión híbrida enchufable. No son buenas cifras si las enfrentamos a sus rivales. Por ejemplo, el Audi Q3 tiene 530 litros (380 l en el caso del PHEV), mientras que el BMW X1 llega a 540 litros (490 l el BMW X1 PHEV).

Es posible abatir los respaldos de la fila posterior, que están divididos en tres partes: 40/20/40. Con ellos tumbados, el volumen asciende a 1430 litros (1385 litros en el PHEV). El Audi Q3 y el BMW X1 siguen superando al Mercedes-Benz GLA en esta medición, con 1525 y 1600 litros respectivamente.

El espacio de carga es diáfano, con formas que permiten aprovechar bien el volumen disponible. El piso se puede colocar a dos alturas y en las paredes nos encontramos con diferentes soluciones (como ganchos, redes, cintas y argollas) para llevar mejor sujeta la carga. También hay una toma de mechero. El portón es de accionamiento manual de serie, aunque en opción se puede pedir que sea eléctrico y que tengan función de apertura manos libres.