¿Qué es un Head-up Display? Funciones, ventajas, historia y futuro del HUD
22 de octubre de 2021 de Javier Montoro
El Head-up Display es un dispositivo que proyecta imágenes delante del conductor, bien sea sobre una pequeña pantalla transparente encima del salpicadero o sobre el mismo parabrisas delantero, siempre por encima del volante y a la altura de la vista (normalmente, se pueden graduar). El propósito de esta tecnología es ofrecer información básica y relevante al usuario del coche sin que este tenga que apartar la vista de la carretera, por lo que puede considerarse un elemento de seguridad activa. En este artículo, repasamos sus funcionalidades y algunas curiosidades sobre un sistema cada vez más frecuente entre los vehículos modernos y que ya se instala como parte del equipamiento estándar en varios productos del mercado.
Funciones y ventajas del HUD
Los sistemas más elementales de esta clase muestran la velocidad a la que se circula, indican el estado de los asistentes a la conducción y recuerdan algunas señales de tráfico de la vía. Sin embargo, las funcionalidades de un Head-up Display son casi infinitas hoy en día: se pueden configurar para proyectar prácticamente cualquier dato, símbolo, gráfico o color, a veces en tres dimensiones, desde las flechas de indicación del navegador hasta un medidor de fuerzas G.
La principal ventaja de un HUD es el incremento de la seguridad a bordo, ya que permite una mayor concentración del conductor, el cual puede mantener la cabeza erguida durante más tiempo y lograr un mayor campo de visión de la calzada y el tráfico que le rodea. Circular a 120 km/h por una autovía y bajar la mirada al mismo tiempo para observar el cuadro de instrumentación durante 3 segundos supone recorrer 100 metros “a ciegas”.
Historia y evolución del HUD
El Head-up Display es un invento aeronáutico que tiene ya casi 80 años. Se ideó al término de la Segunda Guerra Mundial. El caza británico Havilland Mosquito fue el primero en incorporarlo mediante un rudimentario sistema que reflejaba información del radar y un horizonte artificial en una placa de cristal situada enfrente del piloto. Más tarde, se implementaría en otros aviones, no sólo militares, y finalmente llegaría a los automóviles.
Al finalizar aquel conflicto bélico, muchos de los ingenieros norteamericanos que sobrevivieron a las batallas se incorporaron a la industria del motor. Algunos de ellos propusieron llevar los HUD que habían visto en las naves de combate a los coches. El prototipo Corvette Mako Shark II de Chevrolet, presentado en 1965, ya proponía este sistema, pero General Motors no dispuso de la tecnología necesaria para hacerlo realidad hasta que adquirió el constructor aeronáutico Hughes Aircraft en 1985. Así, el primer modelo de automóvil con un Head-up Display operativo fue el Oldsmobile Cutlass Supreme de 1988. Un año más tarde, llegarían los Nissan Maxima y 240SX, de los que se produjeron grandes series.
Inicialmente, se usaban pantallas de tubo fluorescente con una especie de óptica reflectante. Posteriormente, se usaron pantallas digitales, que se han ido perfeccionando hasta nuestros días. Se ha mejorado la profundidad y la superposición de las proyecciones. Algunos fabricantes ya ofrecen realidad aumentada en sus HUD más avanzados. En el futuro, sustentados en los progresos en el campo de la conducción autónoma, los propios parabrisas de los coches se convertirán en grandes pantallas inteligentes y translúcidas de alta resolución con seguimiento ocular.
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