¿Cómo está afectando el coronavirus a la industria de la automoción?
2 de marzo de 2020 de Redacción carwow
Así vive el motor este virus
El coronavirus, el nuevo virus descubierto en China a finales de diciembre, está causando un grave desorden mundial y la industria de la automoción no se ha quedado al margen de esta nueva enfermedad que, si bien tiene un bajo índice de mortalidad, está creando cierta psicosis en la población.
En las últimas horas son muchas las noticias que están transformando el mundo del motor. Si a finales de enero sonó la alerta mundial con la cancelación del Mobile World Congress, ahora ha ocurrido lo propio con la suspensión del Salón de Ginebra o de la primera cita del Mundial de MotoGP.
A ello se suman las noticias de que comienzan a parar la producción en algunas fábricas por temor a un contagio masivo. Dicha paralización se traducirá en una menor producción.
Por este motivo y aunque la evolución de la situación es impredecible, vamos a analizar aquí cómo está afectando el coronavirus a la industria de la automoción para conocer qué puede ocurrir en los próximos días.
El Salón de Ginebra, cancelado
El pasado viernes 28 de febrero, cuando faltaban solo unas pocas horas para el inicio del Salón de Ginebra, nos llegaba la noticia de su cancelación.
En esta ocasión, además, la cancelación no provenía de la organización, sino del Gobierno Suizo. Horas antes, y debido al brote de coronavirus, las autoridades habían prohibido en Suiza eventos masivos donde se pudieran reunir más de 1.000 personas.
Fruto de esta decisión, tanto la organización del Salón del Automóvil como el recinto ferial suizo (Palexpo) se veían obligados a tomar la decisión de suspender esta nueva edición, que sería la número 90.
“Lamentamos la situación, pero la salud de todos los participantes es nuestra prioridad y la de nuestros expositores”, señalaban los organizadores en un comunicado.
La cancelación de esta muestra supone el hecho de que más de 200 expositores dejen de comunicar cerca de 100 novedades, decenas de ellas primicias mundiales. Aunque estos lanzamientos no se realizarán en la muestra suiza, muchos de los fabricantes continuarán con su agenda de presentaciones, pero lo harán de forma digital.
Para el Salón de Ginebra estaban acreditados cerca de 10.000 periodistas y se estimaba la asistencia de casi 700.000 personas para informarse de las principales novedades. Hablamos de lanzamientos como el BMW i4, el Audi A3 o el próximo eléctrico barato de Dacia.
Esto, además, ha supuesto un descalabro para todas las marcas que habían confirmado su presencia (Kia, BMW, Fiat, Honda, Mercedes-Benz, Seat, Toyota, Audi, Skoda, Hyundai, Rolls-Royce, DS Automobiles, Fiat, Alfa Romeo, Mazda, Renault o Volkswagen) y que habían invertido ingentes cantidades de dinero en esta muestra. Ahora será el turno de los despachos de abogados para ver cómo pueden recuperar parte de la inversión realizada.
Paralización de fábricas
La paralización de la producción en las fábricas por miedo al contagio es otro de los grandes temores del coronavirus en la industria de la automoción. De hecho, algunas plantas han detenido su producción (y enviado a sus trabajadores a casa) ya que ha aparecido algún caso entre los trabajadores.
En este sentido, por ejemplo, en España ya se está planteando un ERTE (Expediente de Regulación de Empleo) en Volkswagen Navarra, la planta donde se fabrica en Volkswagen Polo y el Volkswagen T-Cross. Desde la dirección de la planta se podría estar estudiando la posibilidad de realizar este ERTE de carácter preventivo.
Hyundai, en este sentido, se ha visto obligada a detener la producción en una de sus plantas en Corea del Sur al dar un caso de coronavirus entre sus empleados.
A ello hay que sumar que muchas plantas, principalmente en China, ya habían retrasado el inicio de la producción tras las vacaciones del Año Nuevo chino.
Menos ventas
Junto a la menor producción, el coronavirus también podría provocar una reducción en las ventas de coches. Según las previsiones de la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor’s, las ventas mundiales de turismos caerán cerca del 3,6% en comparación con el año 2019.
En este sentido, si en 2019 se comercializaron un total de 90,3 millones de unidades, para este año se esperan cerca de 87 millones de unidades. Esta bajada, junto con el coronavirus, se debe también a la disminución del mercado chino, en el que se espera un retroceso del 5%.
No obstante, según Standard & Poor’s es más que probable que en el primer trimestre las ventas se desplomen hasta un 35% para después estabilizarse en el segundo trimestre. En este sentido también señalan que el Gobierno chino podría incentivar las ventas.
Problemas en Jaguar Land Rover
Uno de los fabricantes afectados sería Jaguar Land Rover, ya que el fabricante británico que produce cerca de 400.000 vehículos al año en Reino Unido está empezando a tener problemas de suministro.
Tal es así que según anunció hace unos días la BBC, Jaguar Land Rover se vio obligado a enviar parte de las piezas que fabrica en China a través de enormes maletas con el objetivo de que viajaran por avión a Reino Unido. De seguir así, de hecho, Jaguar Land Rover podría tener problemas de producción en este mes de marzo.
Caídas en Bolsa
Independientemente de cómo evolucione esta situación, las principales compañías automovilísticas ya han tenido grandes retrocesos en la Bolsa en los últimos días. Por ejemplo, Tesla cayó en la última semana cerca del 23% en el Nasdaq.
Por su parte, Toyota se dejó cerca de un 10% en el índice Nikkei, mientras que Volkswagen también hacía lo propio, con cerca de una caída del 7,5%.
Conclusión
Lo que ocurra en la industria de la automoción en las próximas semanas o meses dependerá de cómo evolucione la enfermedad. Si encuentran a corto plazo una vacuna o los casos empiezan a remitir volverá a la normalidad.
Sin embargo, si esto se agrava, comenzará la escasez de piezas, algunas fábricas pararán, llegarán los infectados a las plantas y estas tendrán que cerrar; y las ventas se ralentizarán, lo que hará que las marcas se vean obligadas a reestructuraciones.
En definitiva, son tiempos convulsos para el automóvil, momentos de incertidumbre que esperemos se recuperen para bien de todos, ya que es una industria en plena transformación, tanto por los sistemas de propulsión (del motor de combustión al eléctrico) así como por los diferentes hábitos de consumo de los usuarios.