Coches de subasta pública: dónde y cómo comprar coches embargados

A la hora de comprar un coche nuevo no hay dudas, pero a la hora de adquirir un coche de segunda mano hay múltiples canales a los que nos podemos dirigir para encontrar los precios más ajustados. Aunque lo normal es buscar coches baratos en portales de Internet o concesionarios de ocasión, comprar coches embargados en subastas se ha convertido en una estrategia cada vez más preferida por los conductores en España. Hay muchas dudas de dónde y cómo comprar en una de ellas, así que te desgranamos todos los secretos.

La situación actual del mercado de vehículos a estrenar también está provocando un movimiento masivo de coches de segunda mano o de subasta. La escasez de chips está provocando que las marcas extiendan los plazos de entrega, pudiendo llegar a superar los 10 o 12 meses de espera, tiempo que no todos los compradores están dispuestos a aguantar para tener sus coches nuevos. Otro de los alicientes para comprar un coche en una subasta es la posibilidad de conseguir una ganga, pues muchos de ellos salen a la venta por precios realmente asequibles.

Qué es un coche de subasta pública o embargado

Lo primero que hay que saber es qué es un coche embargado. Las autoridades declaran como vehículo embargado a aquel que se encuentra retenido como consecuencia de una deuda impagada adquirida por su titular. Es decir, si a la hora de comprar un coche no pagas las cuotas correspondientes, o incumples repetidamente algún pago a las autoridades, este pasará a tener la consideración de embargado. Hay que decir que un coche embargado no tiene por qué estar retenido, aunque si este se encuentra precintado sí que no está autorizado a circular. En ese caso será la grúa local la encargada de retirar el vehículo de la calle.

En la práctica un coche sobre que pesa algún tipo de embargo puede ser vendido exactamente igual que cualquier otro bien, aunque durante la venta debe especificarse la deuda contraída, ya sea con la administración pública o con una empresa o cliente particular, como por ejemplo un concesionario o un banco. En muchos casos los embargos acaban ingresando la lista de coches de subasta pública. En ellas las autoridades se encargan de vender el vehículo y saldar la deuda correspondiente. El embargo de coches se ha convertido en un negocio para muchos especialista en la compraventa de vehículos.

Ventajas de los coches embargados

• En algunos casos los precios de venta son considerablemente inferiores
• Antes de salir a subasta privada los vehículos son revisados y el kilometraje certificado
• Gran variedad de vehículos, desde turismos a furgonetas, incluyendo tractores o motos
• Rápida disponibilidad. Una vez pagado el precio del coche y las tasas, se puede disponer rápidamente de él

Inconvenientes de los coches embargados

• Los coches de subasta pública salen a la venta en el estado en el que esté
• Es corriente encontrar fallos mecánicos y averías de consideración
• Son coches con cierta edad y un estado cuestionable
• El kilometraje suele ser muy elevado
• En el caso de los coches embargados es posible que pese alguna carga o deuda que correrá a cargo del comprador

Dónde y cómo comprar coches embargados

Teniendo claro lo que podemos sacar de provecho y los posibles problemas a los que nos podemos enfrentar a la hora de comprar un coche embargado, es hora de saber dónde y cómo podemos comprar uno. Las subastas privadas surgen cada cierto tiempo por empresas especializadas que lanzan unidades sueltas o lotes. Como ya hemos podido saber, en estos casos se tiene la seguridad de que el vehículo está libre de cargas y que ha sido revisado y certificado, disponiendo además de la garantía un año que otorgan los profesionales.

Las realmente atractivas son las subastas públicas de coches, pero en este caso las obligaciones y requisitos que debemos cumplir para asistir a una de ellas son algo más exigentes. Lo primero que debes saber es que no todo el mundo puede acudir a una subasta pública. En la mayoría de ellas sólo se autoriza el acceso a profesionales que estén dados de alta en la actividad económica correspondiente. Lo bueno es que cada vez se realizan más subastas por Internet que permiten a más conductores poder acceder a ellas.

Muchas de las subastas públicas exigen un requisito de acceso que supone pagar un depósito por el vehículo que queremos pujar. La mayor parte de las veces el pago supone un 20% del precio de salida del coche. En caso de comprar el coche se nos descontará del precio acordado en la subasta, pero si finalmente no pagamos la cantidad acordada ese dinero se perderá. También hay que tener en cuenta que algunas empresas pueden requerir comisiones por la venta. Un porcentaje que varía en función de la empresa y del valor del vehículo. Por último, recuerda que si hablamos de un coche embargado, los pagos pendientes que pesen sobre él correrán a cargo del nuevo propietario.

Si hemos ganado la puja, hemos abonado todas las tasas y hemos cumplido con la empresa o las autoridades, es el momento de hacer el cambio titular del coche. Con la factura de compra y con nuestro DNI tendremos que acudir a la Dirección General de Tráfico para notificar la compra y así poder realizar la sustitución del propietario. Tras pagar la tasa correspondiente, ya habremos completado todos los trámites y podremos disfrutar libremente de nuestro nuevo coche.

A la hora de escoger la subasta que más nos interesa, debes saber que hay varios organismos y empresas que lanzan subastas públicas de coches embargados. Dependiendo de su origen podemos encontrar:

• Subastas de coches embargados por bancos y financieras
• Subastas de coches de Hacienda
• Subastas de coches de la Agencia Tributaria
• Subastas de coches de la Seguridad social
• Subastas de coches de Ayuntamientos
• Subastas de coches de Juzgados
• Subastas del Plan Nacional sobre Drogas

Consejos útiles antes de comprar un coche con embargo

Sabemos que las subastas públicas pueden causar mucha expectación ante la posibilidad de comprar una auténtica ganga, pero hay que actuar con cabeza y no dejarse llevar por los impulsos. Como ya te hemos dicho, los inconvenientes o los problemas de un coche embargado pueden ser múltiples. Sobre todo infórmate todo lo que puedas al respecto de la unidad por la que quieras pujar. Descubre si sobre el vehículo pesa alguna carga y la cuantía de esta si la hubiese.

Márcate un precio límite, un precio que esté en consonancia con el mercado de segunda mano público, y déjate un cierto margen en caso de detectar problemas mecánicos. Nunca está de más acudir a la subasta con un mecánico o un experto que te advierta de las averías que se puedan ver y el coste de algunos problemas ocultos más comunes. No te dejes engañar por el ojo, desconfía de la apariencia del vehículo, porque como ya hemos dicho, la falta de acondicionamiento de muchos de ellos puede llevar a error. Y por último, ante la más mínima duda no compres el coche.

¿Se puede vender un coche embargado?

La pregunta clave es: ¿Cómo saber si un coche tiene un embargo? Es tan fácil como solicitar un informe a tráfico con el número de matrícula del vehículo. En los archivos de la DGT figuran todas las cargas y deudas pendientes que pesan sobre un vehículo, así como algunos datos adicionales como la vigencia de la ITV o el número de propietarios que ha tenido. Un informe que te puede ayudar mucho a la hora de comprar un coche embargado.

Porque sí, se puede vender un coche embargado porque en realidad la deuda pesa sobre el propietario y no sobre el vehículo. En caso de que te plantees vender tu coche y este haya sido embargado por alguna empresa o por algún organismo público, lo más correcto es reflejar la deuda en el contrato de compraventa. De lo contrario podría incurrirse en un delito de alzamiento de bienes, lo que puede acarrear importantes multas y sanciones con penas de prisión entre uno y cuatro años. Además de reflejar la transparencia del acuerdo, puede ser un salvoconducto que te evite de posibles denuncias por parte de la parte compradora.

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