¿En qué debes fijarte cuando vas a comprar un coche? Todos los trucos para ayudarte a decidir

22 de agosto de 2024 de

Probar un coche es una parte importante del proceso de compra, así que no podemos dejar de recomendarte nuestra práctica guía de prueba de conducción, que esperamos te ayude a evitar posibles inconvenientes. Vas a convivir durante años con el segundo mayor gasto que se hace en un hogar. Tiene sentido probar el coche en el que estás interesado antes de firmar el contrato. Porque, aunque  puedas informarte por ejemplo a través de nuestras detalladas pruebas de coches y videos en YouTube, no hay sustituto para ver, tocar y conducir un coche en la vida real.

Hay que fijarse en si son cómodos son los asientos, cuán espacioso es el asiento trasero y el maletero, si los materiales del interior cumplen con la calidad que esperas, si se accede fácilmente a una silla infantil, etcétera.

También vale la pena recordar que probar un coche usado requiere más rigor que probar uno nuevo. Los coches nuevos, por su naturaleza, deberían estar prácticamente impecables en todos los aspectos, mientras que un coche que ha estado en uso durante un tiempo podría tener todo tipo de defectos, abolladuras y vicios acumulados con el tiempo, que deberás tener en cuenta incluso por encima de si el coche en sí es adecuado para ti.

  • Prueba todo lo que veas del coche: Si lo compras, vas a conducir este coche durante mucho tiempo, así que necesitarás familiarizarte con todos los controles que usarás cada día. No sirve de nada descubrir una semana después de la compra que el control de crucero es complicado de operar, que la pantalla multimedia es lenta o que hay un botón esencial obstruido por la palanca de cambios.

    Toquetea los mandos y confirma que puedes conseguir una buena posición de conducción a largo plazo. Si no eres la única persona que va a conducirlo, lleva al otro conductor contigo para asegurarte de que él también pueda hacer lo mismo.

  • Lleva a los niños también: No solo te meterás tú en el coche día a día, tu familia también necesita estar cómoda en él. Así que, si puedes resistir la tentación de sorprender a tus hijos con un coche nuevo, llévalos contigo para comprobar que están cómodos en la parte trasera, tanto los adolescentes más altos como los ocupantes de sillas infantiles. Al menos vale la pena averiguar si los asientos delanteros están al alcance de las patadas de un niño pequeño y asegurarte de que el interior sea tan resistente a las manchas como sea razonable o que podrán entretenerse durante los viajes.
  • No olvides tus aficiones: De poco sirve comprar un coche que no tiene el espacio en el maletero para adaptarse a tu estilo de vida, ya sea para palos de golf, cochecitos, perros o bicicletas. Los litros de volumen del maletero no siempre cuentan toda la historia, y la forma en que los diferentes fabricantes lo miden puede no ser consistente (salvo que sea la cifra VDA), por lo que, si es posible, lleva algo que probablemente transportarás regularmente para ver cómo se ajusta al maletero. Dependiendo de tus aficiones, al menos ten las medidas a mano de los objetos más grandes cuando vayas a revisar el coche.
  • Conduce en el aparcamiento al principio y al final: Es conveniente familiarizarte con cómo se siente el coche al maniobrar, especialmente en lo que respecta a la visibilidad. No sirve de nada comprar un coche con el que no puedes maniobrar en las plazas de aparcamiento que sueles usar.

    Muchos coches modernos tienen grandes pilares delanteros, lo que obstruye la visión, especialmente si no eres de gran estatura. También los hay con pequeñas ventanas traseras que dificultan la visibilidad hacia atrás. Esto puede influir en tu decisión de comprar el coche o no, y en si escoger ciertas cosas de la lista de opciones como sensores de aparcamiento, cámaras y ayudas al estacionamiento.

  • Planifica una buena ruta de conducción: La mayoría de los vendedores tienen sus propias rutas alrededor del concesionario planificadas, y a veces son una buena mezcla de carreteras, pero es posible que quieras planificar una ruta que represente más el tipo de uso que le darás. Vale la pena encontrar una ruta que incluya una buena variedad de tipos de carreteras para descubrir si es ruidoso a 120 km/h, si la dirección responde como quieres o si el tacto del freno es cómodo en ciudad.

    Pruébalo también por zonas de asfalto roto y en mal estado, para ver si la calidad de absorción de la suspensión es buena en las peores circunstancias.

  • Dale caña: Ponlo a prueba. No hace falta que lo maltrates, pero sí que veas qué tal responde en curva, al acelerar fuerte y al frenar con intensidad. Que notes que te sientes seguro con él desde el primer minuto es un buen indicativo, porque generalmente los coches que requieren un tiempo de adaptación no son “para todos los públicos”.
  • Pide una prueba de fin de semana: Está muy bien explorar, tocar y conducir durante una hora con un vendedor cerca, pero para acostumbrarte realmente a cómo se siente un coche, lo ideal es que lo pidas prestado por un corto período de tiempo. Algunos concesionarios pueden prestarte un vehículo por un fin de semana o algunos días, especialmente si muestras un interés genuino y tienen unidades disponibles.
  • No pruebes solo una versión: Incluso si te gustó, no te conformes con una sola prueba de conducción. Prueba otra versión. Pero en coches de segunda mano esto es primordial, para descubrir si lo que te pareció un defecto es común al modelo o era un problema de esa unidad.

    También podrías notar que diferentes versiones del mismo coche absorben los baches de manera diferente. Puedes encontrar que un coche básico es más cómodo con ruedas más pequeñas, por ejemplo, pese a que te guste el aspecto de una versión equipada con los accesorios deportivos.

  • Prueba diferentes motores también: Ya sea que estés buscando un motor en particular o no, vale la pena probar algunas alternativas. Podrías tener en mente una variante de gasolina, pero descubrir que una versión diésel es igual de buena, o que un motor ligeramente más grande resulta valer la pena por dinero extra que piden.
    No te dejes engañar pensando que los motores más pequeños necesariamente consumen menos combustible. En la conducción real, un motor más desahogado al que no tienes que revolucionar tanto puede necesitar menos combustible que un motor más pequeño al que tienes que forzar en todo momento.
  • Prueba también modelos alternativos: Planifica un día de pruebas de conducción. Si vas al concesionario de Ford para probar el Focus, agenda citas para Volkswagen para el Golf, Peugeot 308, Mazda 3, Honda Civic. Probar estos coches uno tras otro es una excelente manera de tomar una decisión con la cabeza fría. La mayoría de concesionarios se ubican en zonas cercanas entre sí. Aprovecha si has ido con la familia.
  • ¿Te pasas a la movilidad eléctrica?: Si has estado conduciendo un coche de gasolina o diésel durante un tiempo y estás pensando en cambiar a un vehículo eléctrico, probablemente ya sepas que, aunque los fundamentos son los mismos, hay una diferencia considerable en la experiencia de uso de los coches eléctricos. Probablemente te guste, pero asegúrate de que es para ti en lo malo y no solo en lo bueno, que es mucho. Nuestras guías para elegir coches eléctricos son un buen comienzo.
  • ¿Comprando de segunda mano? Saca a relucir tu lado escéptico: Al igual que con los vehículos eléctricos, este es un tema tan amplio que merece una guía independiente para él, pero al menos conoce lo que debes buscar al inspeccionar un coche usado. Es bastante obvio que sería una mala idea comprar un coche que no arranca o que hace un ruido horrible cada vez que cambias de marcha, pero hay señales más sutiles, como que los neumáticos sean de marcas desconocidas o tengan grietas para hacerte una idea de cómo se ha cuidado el coche.

    También deberías “comprar” al vendedor tanto como al coche: independientemente de si se trata de una venta privada o comercial, deberías sentirte bien con la persona que te lo está vendiendo, y si algo te genera desconfianza, generalmente es mejor confiar en tu instinto.

  • Estudia los presupuestos y la financiación: no te precipites por la primera oferta que te hagan. Estudia lo tipos de interés, los plazos de entrega, el equipamiento de cada oferta que te entreguen por escrito para comprobar que se ajusta a tus necesidades y que los pagos y las penalizaciones son razonables. Verifica que no hay clausulas abusivas, si la financiación es con reserva de dominio o sin ella. Si crees que puede merecer la pena, pide a tu banco una simulación de préstamo por el importe a financiar.

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