Interior y maletero del Renault Megane
Interior del Renault Mégane
Resumen general
El Renault Mégane es un modelo veterano que todavía sigue dando guerra en uno de los segmentos más competidos. Tiene unas plazas delanteras amplias y unos asientos confortables en los que hacer viajes largos es un gusto. En la fila posterior el espacio no es abundante, pero hay más que suficiente para transportar a dos adultos de talla media con total confort.
Como vehículo para las familias puede cumplir, aunque no es el más adecuado para aquellos a los que les guste transportar muchos trastos dado que el maletero, sin ser pequeño, definitivamente no es de los mejores de su categoría.
En lo que respecta al sistema multimedia, tiene todas las modernidades de un turismo compacto actual. Sus pantallas y software no te van a dejar con la boca abierta, pero tampoco con la sensación de que te falta algo.
Por último, la calidad percibida se encuentra a un buen nivel. Como en el resto de apartados, no es un coche brillante en este campo, pero se defiende muy bien. Hay materiales acolchados en los principales puntos de contacto y un buen encaje de los distintos materiales empleados para cubrir el salpicadero.
Espacio
El Renault Mégane siempre se ha caracterizado por estar más orientado hacia la conducción confortable que a la deportiva (es todo lo contrario en las versiones RS más radicales). Esto es algo que se nota nada más sentarse en el puesto de conducción. El asiento es grande y confortable, una butaca que te arropa y que te invita a conducir. Según el nivel de equipamiento pueden llevar función de calefacción y masaje. Asimismo, como no podría ser de otra manera en un vehículo de esta categoría, las regulaciones disponibles son diversas y amplias, no solo para el asiento, sino también para el volante.
Con esta generación del Mégane (que salio a la venta en 2016), Renault dio un importante salto en la presentación interior, ahora mucho más tecnológica y moderna. No obstante, la firma francesa ha sabido conjugar bien esa modernidad con la facilidad de uso y practicidad. Los mandos de manejo más comunes, como por ejemplo los del climatizador, son físicos y se encuentran a la vista. Por otra parte, los huecos portaobjetos, aunque no son cuantiosos ni particularmente generosos, son suficientes para guardar en ellos objetos de uso cotidiano (un teléfono móvil o unas llaves) sin echar en falta más espacios.
En el año 2020 llegó la habitual actualización de mitad de vida comercial. Con ella, Renault mejoró la ergonomía, pues introdujo un pequeño display en el climatizador para consultar la temperatura (antes había que mirarla en la pantalla del multimedia), renovó el catálogo de tapicerías e hizo pequeños cambios de diseño para darle al interior un aspecto más moderno, como por ejemplo quitarle el marco exterior al retrovisor central.
En lo que respecta al espacio para los ocupantes, aunque hablaremos con mayor detalle en la siguiente sección, el Renault Mégane es un coche normal y no el más aconsejable para quien tenga una familia con niños ya crecidos. El acceso a la fila posterior de asientos no presenta problemas reseñables, aunque claramente sería mejor con unas puertas que abrieran en un ángulo mayor.
Dentro nos encontramos con una fila de tres plazas en la que solo quienes vayan en las laterales irán realmente cómodos (algo normal en este tipo de vehículos). Estas plazas laterales son las que llevan los anclajes ISOFIX, que son bien visibles y accesibles. Los pasajeros de esta fila cuentan con salidas de aire centrales y dos tomas USB, además de los habituales revisteros y huecos en las puertas. También hay un reposabrazos central abatible.
Medidas interiores frente a sus rivales
Delante hemos observado que el asiento del conductor se puede colocar a 88 centímetros del pedal del freno y a un máximo de 111. Son unos valores normales en su segmento, como también lo es la anchura entre puertas (140 cm). La altura máxima hasta el techo, 102 cm, está entre las mejores.
En la fila posterior tenemos un dato comparativamente malo de espacio para las piernas. Tan solo 64 cm, que es menos de lo que ofrecen prácticamente todas sus alternativas. Por ejemplo, en un Ford Focus hay 72 cm. A pesar de todo, alguien que mida 1,80 metros viajará sin agobios detrás de otra de la misma talla.
La anchura entre puertas es de 134 cm y está en la media. Es como la de un Mazda3 y un Skoda Scala. Como sucede en todos los modelos de esta categoría, dos irán bien y tres mal. Por último, la distancia entre la banqueta y el techo es de 93 cm, un dato que de nuevo le coloca en la media o media-baja. Supera a un Peugeot 308 por tan solo 1 centímetro y es superado ampliamente por rivales como el SEAT León (+ 5cm) o el Opel Astra (+ 3 cm).
Calidad de acabado
Renault ha hecho un esfuerzo importante estos últimos años en mejorar la calidad percibida de sus productos. Y en cierta medida lo ha conseguido. No es un vehículo que pueda calificarse como excepcional en este apartado, pero sí bastante bueno.
Como es normal, hay partes en las que se percibe un mayor esmero que en otras. Nos gusta, por ejemplo, que el fabricante galo haya utilizado plástico blando para la parte superior del salpicadero, así como la instalación de unos mandos físicos con buen tacto a la presión.
Otras partes, sin ser malas, no están a la misma altura. Dos ejemplos son los plásticos duros de la zona inferior del salpicadero y los botones que hay a la izquierda del volante, que parecen sacados de un Dacia.
Multimedia
Hay dos sistemas multimedia. El más sencillo, llamado “easy link” incluye una pantalla táctil a color de 7,0 pulgadas y es compatible con Android Auto y Apple CarPlay. El más avanzado se llama “easy link conectado” y se distingue fácilmente por su pantalla de mayores dimensiones (9,3 pulgadas) colocada en vertical, lo que permite una mejor visualización del sistema de navegación.
En cualquier caso, son sistemas multimedia de fácil manejo y a los que uno se acostumbra con rapidez. La calidad, el brillo y la nitidez de las pantallas son correctos. Los gráficos son modernos, se mueven con fluidez y los menús están bien estructurados. Además, la pantalla se ve bien en prácticamente todas las condiciones de iluminación.
Para el cuadro de instrumentos también hay dos posibilidades. La primera es un cuadro con una pantalla de 7,0 pulgadas que tiene un ligero grado de personalización. Nada que ver con las posibilidades que ofrece la instrumentación de 10,2 pulgadas, que no solo es más grande y de mejor definición, sino que permite una mayor variabilidad a la hora de colocar la información que se desea ver.
Maletero del Renault Mégane
Con 384 litros de capacidad de carga, el Renault Mégane no marca ningún récord en el apartado de maletero. Son cuantiosas las alternativas que le superan, por citar tres: Skoda Scala (467 l), Opel Astra (422 l) y Peugeot 308 (412 l). Afortunadamente, el espacio que hay es fácil de aprovechar gracias a unas paredes de formas bastantes regulares.
Los asientos de la segunda fila están divididos en dos porciones abatibles individualmente (60/40). Si se tumban y se aprovecha todo el espacio hasta el techo (para lo cual es necesario instalar una red de separación de carga), dispondremos de 1247 litros. La tapa del maletero se acciona siempre a mano, no hay posibilidad de instalar un mecanismo automático.
En el área de carga nos encontramos con algunas de las soluciones típicas para ayudar con el reparto y la sujeción de la carga, como argollas y perchas. El piso no se puede colocar a diferentes alturas, aunque sí se puede levantar para acceder al espacio donde está guardada la rueda de emergencia. Una rueda de emergencia “de verdad”, es decir, del mismo tamaño que las demás.