¿Cuánto consume un coche híbrido?

La llegada de los coches híbridos ha marcado un antes y un después en la industria del automóvil. Aunque la tecnología híbrida ha estado bajo desarrollo durante muchos años, no fue hasta principios de los 2000 cuando Toyota la introdujo en el mercado de forma masiva. Cada vez hay más coches híbridos en el mercado, y entre las muchas dudas que generan, una de las más importantes es: ¿Cuánto consume un coche híbrido? Pues esa, y alguna que otra duda más vamos a tratar de resolverla.

El Toyota Prius fue el precursor de un cambio que ha terminado sacudiendo los cimientos de la industria del automóvil. El modelo japonés fue el primer híbrido de gran volumen del mercado. Combinando un motor térmico y otro eléctrico con una pequeña batería, es capaz de recorrer pequeñas distancias de forma completamente eléctrica, reduciendo su impacto medioambiental y ahorrando grandes cantidades de combustible. Hoy los híbridos (HEV) se sitúan como una de las opciones preferidas por los conductores dada la escalada de precios de los combustibles.

Cada litro ahorrado cuenta, pero el consumo de un coche HEV puede variar mucho en función del tipo de conducción y el recorrido que hagamos. Hay que tener en cuenta que cuanto más tiempo circulemos en modo eléctrico más bajos van a ser los consumos. En muchas ocasiones los datos de consumo serán mejores que los de la mayoría de los coches del mercado, pero en otras ocasiones la diferencia puede que no sea tan notable, ofreciendo consumos similares a los obtenidos por los 10 coches diésel más ahorradores del mercado.

Cómo funciona un coche HEV

Como ya hemos dicho, un coche híbrido está compuesto por la combinación de un motor de gasolina y otro eléctrico. El bloque térmico es el principal, siendo el encargado de mover las ruedas la mayor parte del tiempo. El motor eléctrico también puede desplazar al coche por sí mismo, aunque con una batería de pequeña capacidad, su autonomía es muy limitada, aproximadamente entre los 2 y los 5 kilómetros. Por ello hay que tener en cuenta que el margen de movilidad eléctrica es muy estrecho, tanto por la autonomía como por la configuración mecánica.

Podremos movernos de forma 100% eléctrica siempre que cumplamos ciertos requisitos: Disponer de batería suficiente, no superar cierto recorrido en el pedal del acelerador y no superar una velocidad determinada. Si no hay energía en la batería es imposible que el motor eléctrico funcione, por lo que habrá que esperar a que se recargue para poder volver a tener esa ventaja. ¿Cómo se recarga un coche híbrido? Simplemente circulando. El coche recupera la energía desprendida durante la frenada, dirigiéndola a la batería para aumentar o recuperar autonomía.

Aunque tengamos carga suficiente en la batería, para movernos en modo eléctrico deberemos tener mucho cuidado con el acelerador. Si pisamos muy fuerte el coche interpretará que queremos más potencia, por lo que inmediatamente pondrá en marcha el motor de gasolina, combinando la fuerza de ambos propulsores para ofrecer las mejores prestaciones. Aun siendo cuidadosos con el acelerador y teniendo energía suficiente en la batería, muchos fabricantes limitan la velocidad máxima de sus modos eléctricos, en torno a los 60-80 Km/h. A partir de esa velocidad el motor de gasolina entrará en funcionamiento al haber salvado el tramo donde se gasta más gasolina.

Factores que influyen en el consumo de un HEV

Como ya habrás podido comprobar, los híbridos son coches muy sensibles a la conducción. Aunque los fabricantes ofrezcan datos de consumo homologados, estos sólo hay que considerarlos como una mera estimación. Hay mucha diferencia entre el ciclo de homologación WLTP, actualmente el empleado en la medición de consumos, y la conducción natural y habitual. En la vida real el consumo puede variar con respecto a los datos oficiales, y eso se debe a diversos motivos.

• Tipo de conducción: Cuanto más agresivos seamos a la hora de circular más combustible vamos a consumir. El modo eléctrico trabajará pocas veces, por lo que el gasto va a crecer considerablemente.
• Recorrido: Los coches híbridos están principalmente pensados para un uso urbano a interurbano donde poder sacar el máximo provecho de su parte eléctrica. Recorridos a baja y media velocidad son los más favorables.
• Carga: El peso es el enemigo natural del consumo. Cuanto más peso llevemos en nuestro coche más vamos a gastar. Da igual si es híbrido, diésel, eléctrico o de gas. Ahorrar peso es sinónimo de ahorrar combustible.
• Climatología: El calor afecta a los datos de consumo. Llevar el aire acondicionado puesto eleva el gasto de carburante. Bajar las ventanillas tampoco es una opción ya que destruiremos la eficiencia aerodinámica.

Consumo de un híbrido en ciudad

¿Alguna vez te has preguntado por qué hay tantos taxis híbridos? Un taxi o VTC hace su mayor parte de los recorridos en ciudad, y esa es una de las ventajas que tienen los coches híbridos en ciudad, además de la etiqueta ECO de la DGT. Al circular a un máximo de 50 kilómetros por hora, el uso del motor eléctrico se extenderá durante muchos kilómetros, aprovechando la recuperación de energía en las frenadas. Si tomamos como referencia un Honda Civic híbrido, el gasto medio homologado se sitúa en los 4,7 litros a los 100 kilómetros, mientras que en recorridos urbanos e interurbanos a baja y media velocidad pueden bajar hasta los 4,2 o 3,7 litros a los 100 kilómetros.

Consumo de un híbrido en carretera

La vida es equilibrio, y lo que ganamos por un lado lo perdemos por otro. Esta máxima universal también se aplica a los híbridos. En carreteras rápidas los híbridos pierden capacidad de ahorro al circular casi siempre con el motor de gasolina. Sólo en unos pocos y precisos momentos, como las bajadas, podremos circular sin consumir. En autopista, a 120 km/h el motor de gasolina trabaja a máximo rendimiento, consumiendo todo lo que hemos ahorrado a baja y media velocidad. Si aplicamos el mismo ejemplo que en el caso anterior, el Honda Civic a alta velocidad ofrece un consumo homologado de hasta 5,9 litros a los 100 kilómetros. Un dato superior al ofrecido por alguno de los 10 coches de gasolina que menos consumen del mercado. No se puede tener todo.

Consejos para conducir un híbrido de forma eficiente

Ante todo hay que ser muy suave. Si queremos sacar el máximo provecho a la tecnología híbrida hay que reeducar a la mente. Los híbridos se conducen exactamente igual que los diésel o los gasolina con cambio automático, y requieren consejos para ahorrar gasolina muy parecidos a estos. La suavidad es la máxima premisa. Acelerar de forma gradual y paulatina sin superar el límite de aceleración que ponga en marcha el motor de gasolina. Ten en cuenta que cuando más consumen los coches de gasolina es al ganar velocidad. Si este tramo lo hacemos en modo EV conseguiremos que el motor térmico se ponga en marcha cuando es más eficiente.

Ser suave no es la única forma en la que podemos conducir un híbrido de forma eficiente, también hay que adelantarse al tráfico. En circuitos urbanos hay que estar atentos a semáforos, peatones, ceda el paso, atascos u demás incidencias. Todas estas situaciones nos exigirán frenar, y si nos adelantamos al tráfico podemos hacer una frenada paulatina permitiremos que la batería se recargue más, lo que a su vez nos permitirá extender el rango eléctrico por encima de los 2 o 5 kilómetros que ya hemos mencionado. Al seleccionar el modo B en la palanca de cambios amplificaremos la retención del motor eléctrico, por lo que podremos cargar la batería más deprisa.

Muchos de los coches híbridos que hay a la venta cuentan con diferentes modos de conducción, generalmente: EV, ECO, Normal y Sport. En cada uno de los programas le estamos diciendo al coche cómo queremos que se comporte. En el modo deportivo trabajarán conjuntamente los motores. En modo Sport y ECO el coche gestionará por sí sólo la combinación de mecánicas, apostando por la solución más eficiente en el modo ECO. Finalmente, al activar el modo EV le pediremos al coche que se desplace de forma 100% eléctrica hasta que se agote la batería, siempre y cuando esta tenga carga.

Diferencias de consumo entre un coche híbrido y un híbrido enchufable

Esta es otra de las grandes cuestiones que vienen a la mente cuando nos planteamos comprar un coche nuevo, ¿me compro un híbrido o un híbrido enchufable?. Los híbridos enchufables son un paso intermedio entre los híbridos y los eléctricos. Con una alta autonomía eléctrica, dependen de un motor de combustión para poder seguir circulando. Esta configuración les permite ofrecer consumos homologados más bajos que los híbridos, aunque hay truco. Ten en cuenta que gracias a una batería de mayor capacidad un híbrido enchufable (PHEV) es capaz de rodar más kilómetros de forma eléctrica, entre 50 y 80 kilómetros.

Sin embargo, cuando la batería llega a su fin entra en juego el motor térmico, que tendrá que mover el coche a altas velocidad con peso añadido de la batería y el motor eléctrico. En recorridos urbanos los híbridos enchufables ofrecen mejores consumos que los híbridos, pero en viajes largos o con la batería agotada el gasto de carburante se dispara. La batería también se puede recargar mientras circulamos, pero dado su gran tamaño no será posible recuperar toda la capacidad, por lo que son tremendamente dependientes de los puntos de carga.

Los coches híbridos cada vez ganan más cuota del mercado, dejando obsoletos los motores diésel y gasolina. Con una tecnología cada vez más avanzada, algunos híbridos podrían ocupar los puestos de honor en la lista de los mejores coches con menor consumo. De todos modos, como no hay dos coches iguales, lo mejor es que eches un vistazo a nuestra lista con los 10 coches híbridos que menos consumen.

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