Consejos para conducir cerca de vehículos pesados: evita peligros frente a camiones, autobuses y furgones
8 de julio de 2021 de Javier Montoro
Circular cerca de vehículos pesados, que generalmente también son voluminosos, puede comprometer nuestra seguridad sobre la carretera en terminadas circunstancias. Furgones, camiones y autobuses, entre otros, pueden dificultar nuestra visión o ralentizar algunas maniobras e incluso llegar a impedirlas. En este artículo te damos unas sencillas claves para anticiparse al peligro que suponen, ocasionalmente, estas máquinas de transporte que comparten las vías con nuestros automóviles.
Deja una buena distancia de seguridad
Los vehículos pesados, por su concepción, suelen necesitar más metros para frenar en caso de emergencia, razón por la que también precisan de más tiempo para detenerse. Esto se agrava si están cargados con mercancía o personas. Una separación longitudinal adecuada a la velocidad y a las condiciones de la calzada (por ejemplo, mayor con lluvia intensa o niebla) es una excelente medida de precaución para evitar un alcance por diferencia de velocidad o, al menos, mitigar las consecuencias que podría tener uno. Tendremos más tiempo para reaccionar ante tal situación.
Cuidado con los ángulos muertos
Por su tamaño, los camiones, autobuses y grandes furgonetas tienen más puntos ciegos que los turismos convencionales. En adelantamientos o cambios de carril, debemos estar convencidos de que el conductor del vehículo pesado nos ha visto, ya que a veces un coche (y ya no digamos una bicicleta o una motocicleta) corre el riesgo de resultar invisible para él, pues sus usuarios se encuentran a distinta altura. Es imprescindible señalizar correctamente nuestra maniobra, manteniendo la máxima separación posible y avisando con el claxon si es necesario.
Con lluvia, conserva tu visibilidad
Cuando el asfalto se encharca, suceder a un vehículo pesado en la carretera es incómodo y peligroso. Al tratarse de objetos con más distancia al suelo que la de un automóvil, la fuerza centrífuga de las ruedas genera nubes de agua pulverizada o “spray” que acaba por proyectarse hacia los lados o hacia detrás, con la consecuente merma de visión para los conductores de los coches cercanos. Si queremos adelantar en este contexto, tenemos que acelerar el barrido de los limpiaparabrisas, mantener la dirección firme y abortar la maniobra si se considera peligrosa.
Calcula los espacios en vías de doble sentido
No sólo con lluvia. Detrás de un vehículo pesado, la visibilidad siempre es menor y se circula más lentamente. Durante un adelantamiento, sobre todo en carreteras de doble sentido, hay que evitar acercarse en exceso a él para mantener un campo de visión amplio y tener en cuenta su longitud para prever la velocidad, el recorrido y los segundos que necesitamos mientras ocupemos el carril contrario antes de regresar al nuestro, respetando la distancia de seguridad con el conductor que acabamos de adelantar. Con viento, cuidado con el efecto pantalla.
Ellos tienen un mayor radio de giro
Los camiones y los autobuses, así como algunas furgonetas, necesitan ocupar más de un carril para realizar un giro, especialmente si es cerrado. En las rotondas, al tratarse de vehículos muy largos, también pueden verse obligados a invadir nuestro espacio. En estos casos, los conductores de los automóviles debemos anticiparnos, mediante nuestra observación, a esta eventualidad y permitir que la máquina más grande finalice su maniobra. No significa que esta tenga la preferencia, pero ceder margen aquí facilitará una circulación fluida y amable.
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