Opinión del nuevo Volkswagen Caddy

La monovolumen por excelencia de Volkswagen, ese es el Caddy. Nació como variante de la versión comercial en el 2015 con su versión maxi con capacidad para siete pasajeros. En el 2019 se presenta con nuevas mejoras en todos los aspectos de la conducción, concretamente en confort y seguridad.

El Caddy siempre ha sido una gran referencia para las familias y para los trabajadores que utilizan la versión comercial, razón por la que la marca alemana ha mejorado de gran manera este modelo. A nivel estético se han añadido ligeros retoques y al fin y al cabo de mantiene igual que siempre, aunque es en su interior donde ha recibido la máxima atención posible.

En cuanto a su carrocería, ofrece un tamaño muy funcional. Su habitáculo es uno de los mejor distribuidos dentro de su segmento, y dependiendo de su versión con dimensiones de 4,40 o 4,87 metros de largura, 1,79 metros de anchura y 1,82 metros de altura, además de una distancia entre ejes de 2,68 metros. Con estas dimensiones, el interior goza de un espacio sensacional para cualquier pasajero adulto teniendo un espacio holgado para las piernas y sensación de amplitud plena. Su maletero es uno de los más espaciosos ya no solo de su categoría sino del mercado, con 750 o 190 litros y la posibilidad de ampliarse hasta abatiendo la segunda fila de asientos. Cabe destacar que dispone de dos puertas traseras de apertura corredera que resultan muy útiles tanto para la versión corta como la larga.

El interior encontramos una construcción realizado con plásticos duros, pero que resultan agradables al tacto y transmiten robustez y durabilidad. Elementos como el volante, el cuadro de mandos o los asientos tienen rasgos característicos a otros modelos de Volkswagen. Además, ofrece muchos huecos portaobjetos, incluido el receptáculo en el techo, justo encima del parabrisas delantero.

La sensación del Caddy en general, es que no es la furgoneta que fue en su día y se acerca más a las actuales monovolúmenes. En el salpicadero se aprecia un diseño sencillo e intuitivo, con elementos táctiles muy accesibles que no provocan ninguna sensación de sobrecarga visual. Por ejemplo, la pantalla central corresponde a la versión antigua del interface de Volkswagen, con algunas funciones pero mayor practicidad con botones físicos.

Ofrece hasta cinco acabados en la versión corta, denominados: Edition, Trendline, Beach, Comfortline y Outdoor. Y en la versión maxi, ofrece los mismos acabados menos el Edition, que es el más esencial de la versión corta. Los acabados vienen de serie bien equipados y sorprenden en su cuantía de elementos útiles, como por ejemplo: Asistente de arranque en pendiente, Volante multifunción de cuero, Radio “Composition Media”, Regulador de velocidad y limitador de velocidad, Sistema de vigilancia “Front Assist” con función de frenada de emergencia en ciudad, Airbags laterales y para la cabeza para conductor y acompañante y Luz de conducción diurna.

La oferta mecánica del Caddy es bastante amplia. Su propulsor inicial a gasolina es un 1.0 TSI con 102 CV y cambio manual de cinco velocidades, con cilindrada reducida y consumo de 7 l/100 km, y también un 1.4 TSI con 130 CV y cambio automático DSG de siete velocidades. En cuanto a los motores diésel, un mismo bloque 2.0 TDI ofrece tres versiones con potencias de 102 CV 122 CV y 150 CV, que pueden montar tanto una caja manual de marchas como la automática DSG. Y por último, la gran novedad es un motor GNC impulsado por gas natural, el 1.4 TGI que aporta 110 CV que puede configurarse con transmisión manual y automática.