Precio y opinión del Hyundai Staria

El segmento de los monovolúmenes en Europa ya no es lo que era. En los últimos años la industria se ha deshecho de los formatos intermedios en aras de un incremento de las familias SUV. Actualmente el mercado se centra en los tamaños más compactos o más grandes. En este último se integra el Hyundai Staria, un monovolumen coreano que apuesta por ofrecer un punto de vista muy particular y alejado de los habituales monovolúmenes derivados de industriales.

Se trata del segundo familiar de grandes dimensiones que Hyundai introduce en el mercado europeo tras la desaparición del Hyundai H-1. Por tamaño es el modelo más grande de la casa, situándose por encima de los Hyundai Santa Fe y Hyundai Tucson, por lo que es rival directo del Mercedes Clase V. Estéticamente aporta un punto de vista muy poco habitual en la categoría. Destaca la parte frontal con una franja de LED horizontal recorriendo todo el ancho y las luces principales inferiores.

Espacio Interior

Hablamos de un vehículo pensado para las familias más grandes y numerosas de todas. De puertas para dentro el Staria ofrece diferentes configuraciones que permiten adaptarse a diferentes usos o necesidades con una capacidad entre siete y nueve pasajeros repartidos en tres filas de asientos. Todos los ocupantes disfrutan de mucho espacio, aunque Hyundai permite configurar una segunda fila de gran confort con butacas eléctricas y reclinables para los formatos más concretos para el transporte de personalidades. La versatilidad es máxima, aunque se echa en falta el poder jugar con la orientación de los asientos, y un mejor acceso a la tercera fila de asientos.

Maletero

En función de la configuración seleccionada podremos disponer de un maletero con mayor o menor capacidad. Cada fila puede ajustarse longitudinalmente, por lo que hay un dato concreto de capacidad. Los datos oficiales anuncian un volumen de maletero mínimo de 117 litros para la versión de siete plazas con una fila central de lujo. En las versiones más familiares el maletero mínimo se incrementa hasta los 831 litros, alcanzando un máximo de 1.303 litros cuando ajustamos la última fila en la posición más adelantada. Por todo el interior encontramos espacios portaobjetos de gran tamaño que resultan de lo más prácticos.

Multimedia

A la hora de equipar el Staria, Hyundai ha optado por la tecnología más actual de la casa. La digitalización toma el protagonismo gracias a dos pantallas. Una de ellas cumple las funciones de instrumentación, mostrando la información más importante relativa a la conducción con diferentes formatos de presentación. La segunda es la pantalla principal del sistema multimedia. Con 10,25 pulgadas el manejo táctil es rápido e intuitivo. Una barra de accesos rápidos reduce la distracción en marcha, aunque la pantalla queda algo alejada con respecto al volante.

Dado que no se espera un gran volumen de ventas, el Hyundai Staria presenta una única configuración mecánica posible. Se trata de un bloque diésel turboalimentado con cuatro cilindros y 2.2 litros de cilindrada que no presenta rastro alguno de electrificación, por lo que obtiene la etiqueta C de la DGT. Desarrolla una potencia de 177 caballos y 430 Nm de par. Toda la gestión se deriva a una caja de cambios automática de convertidor de par con nueve velocidades, que envía toda la fuerza del conjunto a las ruedas delanteras o a los dos ejes en el acabado más alto de la gama.

Conducción

Está claro que Hyundai ha querido ofrecer un punto de vista diferente para este su gran monovolumen. El puesto de conducción resulta muy cómodo. La visibilidad es excelente en todas las direcciones, y la altura superior permite controlar muy bien el tráfico. Alejado de cualquier ánimo dinámico, la configuración del Staria permite rodar durante muchos kilómetros de forma cómoda y relajada. El aislamiento acústico es bueno, lo que maximiza la sensación de confort. En líneas generales la verdad es que no se puede poner muchas pegas al comportamiento de un gran monovolumen como este.

Consumos y emisiones

El problema del tamaño excesivo del Hyundai Staria recala principalmente en los consumos. Con más de 5,2 metros de largo, y más de 2.3 toneladas de peso, los 177 caballos de potencia obligan a circular mucho tiempo con el pedal del acelerador bien pisado, disparando los consumos. La aerodinámica tampoco ayuda a la causa. Teniendo todo esto en cuenta, el consumo medio en recorridos mixtos puede rondar los 10 litros por cada 100 kilómetros recorridos. Cuesta bajar de esa cifra cuando se circula cargado y por carreteras de alta velocidad. Es un dato excesivamente alto teniendo en cuenta los datos que pueden ofrecer rivales directos.

Prestaciones

El bloque CRDi se queda algo corto con 177 caballos de potencia. Aunque su rendimiento no es malo se echa en falta algo de empuje en determinadas circunstancias, como una subida o un adelantamiento con el coche cargado. En esos casos, circulando con un peso superior a las dos toneladas y media no podemos hablar de grandes recuperaciones. El Hyundai Staria saca lo mejor de sí en recorridos sencillos a velocidad sostenible y con pocas o ninguna exigencia mecánica.

Ayudas a la conducción

Como ya hemos dicho, el Staria incluye toda la dotación tecnológica habitual en Hyundai. Destaca una amplia colección de asistentes a la conducción que hacen cada desplazamiento no sólo más seguro, también más cómodo. Sistemas como los sensores o las cámaras de aparcamiento resultan muy prácticos para evitar posibles roces a baja velocidad. También hay que destacar los indicadores de ángulo muerto, el aviso de salida de carril o el radar frontal con reconocimiento de obstáculos. En líneas generales se trata de un coche muy bien equipado en materia de seguridad y ayudas.

Si buscas un monovolumen familiar diferente y único el Staria es una de las mejores opciones del mercado. Su diseño es un soplo de aire fresco en un segmento muy conservador. También hay que destacar la versatilidad interior y la calidad de acabados de los niveles superiores de la gama, incluyendo una segunda fila de gran confort y lujo. La parte menos positiva viene determinada por el tamaño excesivo, un acceso a la tercera fila de asientos mejorable, un precio muy alto y unos consumos desorbitados que pueden llegar a asustar.