Precio y opinión del Citroën C5 X

Texto por Redacción Carwow

El Citroën C5 X es una berlina con carrocería elevada con 4,80 m de longitud, que junto con una altura de 1,48 metros le confiere un aspecto muy particular. Cuenta con un habitáculo amplio y un maletero generoso. En su lanzamiento, está disponible con versiones de gasolina de 130 y 180 CV y una híbrida enchufable de 225 CV, el C5 X PHEV. No hay mecánicas diésel y todas las motorizaciones van asociadas a una caja de cambios automática de 8 velocidades y la tracción al eje delantero. La capacidad del maletero en las versiones térmicas es de 545 litros y en la híbrida enchufable de 485 litros.

Una de las principales preguntas que nos hacíamos era si este modelo de Citroën sería igual de cómodo que, por ejemplo, el C5 Aircross y si estaría a la altura de lo que se espera de una berlina generalista de sus dimensiones. Sin duda, es un coche muy cómodo, silencioso en carretera y muy práctico para casi todos los usos. El C5 X combina características propias de las berlinas, los familiares y los SUV, dando lugar a una carrocería sin rivales directos en el mercado, al menos en lo que a apariencia respecta. Por tamaño los rivales serían berlinas familiares como el Peugeot 508 SW (con el que tiene muchas similitudes a nivel mecánico y de chasis), el Volkswagen Passat Variant o el Mazda 6 Wagon o el Opel Insignia Grand Sport. La suspensión de amortiguadores progresivos hidráulicos y los asientos advanced confort hacen del modelo francés uno de lo más cómodos del mercado. Si nos centramos en otros aspectos, podemos encontrar por ejemplo que un Mazda tendrá una dinámica mucho más deportiva, mientras que un Passat tendrá un buen equilibrio entre confort y efectividad.

El Citroën C5 X se vende en España con tres niveles de acabado, prácticamente sin opciones adicionales para escoger. La dotación de serie es muy completa e incluye faros ECOLED, llantas de aleación de 19”, frenada automática de emergencia, aviso activo de cambio involuntario de carril, sistema de navegación, sensores de parking delanteros y traseros, cámara trasera, acceso y arranque sin llaves y suspensión de amortiguadores progresivos hidráulicos, entre otras muchas cosas.

El acabado Shine suma a todo lo anterior la conducción semi-autónoma en autovías (nivel 2), pantalla de 12”, cuadro de relojes digital, Head-Up Display y recarga inalámbrica del smartphone. La versión Shine Pack culmina con pedales de aluminio, cámara 360º, lunas laterales insonorizantes y maletero de apertura eléctrica.

Espacio interior

El interior del Citroën C5 X en líneas generales es muy bueno. Los asientos son grandes, anchos y muy cómodos. El puesto de conducción es elevado y confortable gracias a poder personalizarlo a placer con las múltiples opciones de posición tanto del asiento como del volante. La calidad de los materiales presentado tanto en salpicadero como en las puertas o asientos es buena y están bien acabados.

Las plazas traseras ofrecen un espacio sobresaliente principalmente para las piernas. La distancia entre ejes es de 2,78 metros y adultos de prácticamente cualquier altura podrán viajar muy cómodos con espacio de sobra para las piernas. La única cota que queda un poco en entredicho es el espacio para la cabeza. La caída del techo en la parte trasera y la carrocería elevada provocan que el espacio para la cabeza sea menor en proporción al que hay para las piernas o los hombros. Un adulto alto, por encima del 1,90, sufrirá un poco para ir cómodo en esta parte trasera.

Maletero

El Citroën C5 X cuenta con un amplio maletero de 545 litros de capacidad. El portón (que puede tener accionamiento eléctrico) ofrece una apertura amplia con la que resulta cómodo cargar bultos grandes y además la boca de carga queda baja. La variante híbrida enchufable ve reducida la capacidad del maletero hasta los 485 litros dado que tiene que alojar la batería bajo el piso del maletero. 

Si comparamos su volumen con el de otros familiares de este tamaño, tiene una capacidad correcta, mayor que la de un Mazda 6 familiar (522 litros) pero inferior a la de un Volkswagen Passat Variant (586 litros).

Multimedia

De serie todas las versiones tienen sistema de navegación integrado. El acabado más sencillo cuenta con una pantalla de 10”, que en el resto de versiones es de 12”, un tamaño considerable. Es compatible con Android Auto y Apple CarPlay (con función inalámbrica) y cuenta con avisos en tiempo real de meteorología, radares, aparcamientos, precio del combustible y estado del tráfico.

El cuadro de instrumentos puede ser digital con pantalla de 7” y además puede tener un Head-Up Display que proyecta toda la información de la conducción, navegación y multimedia en el parabrisas.

El motor de acceso a la gama es el conocido 1.2 Puretech de tres cilindros, en esta ocasión en su variante de 130 caballos. Está asociado a una caja de cambios automática de 8 velocidades EAT8. Es un buen motor de tres cilindros pero para este modelo, de estas dimensiones y pesos, pensamos que se queda algo escaso.

Quien busque más potencia podrá decantarse por el 1.6 Puretech de cuatro cilindros y 180 CV. Un motor mucho más acorde a esta berlina y que es suave, silencioso y está sobrado de potencia para mover con soltura el C5 X. La versión híbrida enchufable, de 225 CV de potencia, es la más potente y combina el motor de gasolina 1.6 con uno eléctrico de 110 CV.

Conducción

Yendo al grano, el Citroën C5 X es un coche muy cómodo, seguramente el que más dentro de sus rivales. Como ya hemos visto en otros modelos de la marca, los amortiguadores con topes hidráulicos progresivos ofrecen una calidad de rodadura muy buena. La novedad en la berlina es que a estos amortiguadores se le suma la gestión electrónica independiente de los mismos.

Cada amortiguador trabaja de manera independiente para interpretar el terreno e indicarle a cada suspensión cómo tiene que reaccionar ante las maniobras del conductor o el modo de conducción elegido. Respecto a estos modos de conducción, el modo Confort es el más equilibrado y en el que más calidad de rodadura hemos percibido, realizando más kilómetros de manera más cómoda.

El modo Sport endurece la dirección y amortiguación, haciendo la conducción más dinámica un poco más entretenida. Aunque la caja de cambios no está preparada para este tipo de conducción y carreteras y, de vez en cuando, no se adaptará correctamente a la marcha o al punto de revoluciones que buscamos.

Nos han gustado las dos versiones probadas. La de 180 CV seguramente sea la más equilibrada en todos los aspectos. No es tan potente como la versión PHEV, pero tiene fuerza de sobra para que en un modo de conducción u otro, el coche responda con creces. En tramos un poco revirados, se agradece esta versión térmica por no contar con el peso extra del motor eléctrico y la batería. De esta manera, hay un menor balanceo y oscilación del coche sobre todo en las fases de fuertes aceleraciones o frenadas.

A altas velocidades por carretera, ambas versiones son relativamente silenciosas y el habitáculo está bien aislado. En resumidas cuentas, estamos ante un coche muy cómodo, agradable de conducir y que está orientado única y exclusivamente al confort. Es una gran apuesta para los que buscan mantenerse fieles al segmento de las berlinas, sin despegarse de la moda SUV y manteniendo las ventajas de un coche familiar.

Consumo y emisiones

Entre los dos motores de gasolina la diferencia de consumo es escasa. De los 6,0 litros a los 100 kilómetros del motor de 130 CV, la cifra se incrementa en medio litro si optamos por el motor de 180 caballos. Por ejemplo, un Volkswagen Passat con 150 caballos se encuentra entre medias de esas dos cifras. El C5 X híbrido enchufable tiene consumo medio homologado de 1,4 litros cada 100 kilómetros y tiene 55 kilómetros de autonomía eléctrica homologada, con posibilidad de circular en modo 100% eléctrico hasta los 135 km/h. Evidentemente, esa cifra de gasto de carburante se ve favorecida por cómo está diseñado el recorrido de homologación, pues puede subir a una cifra similar a la de las versiones exclusivamente de gasolina en cuanto se agota la batería.

Durante la primera prueba de este C5 X, hemos podido conducir durante dos horas la versión de 180 CV y la híbrida enchufable. En el tramo de unos 120 km que combinaban autopista, carretera de montaña y algún tramo urbano, el consumo obtenido en la versión de combustión ha sido de 7,3 l/100 km con una conducción alegre y sin pensar en lo que indicaba el ordenador de abordo. Esto quiere decir que, si aumentamos el porcentaje de uso por autovía a velocidades estables, podríamos conseguir bajar los 6,5 l/100 km homologados. Pero a nada que lo utilicemos por ciudad, será complicado bajarlo de los 7 l/100 km.

Prestaciones

La variante más prestacional es la Hybrid ë-225, que hace el 0-100 km/h en 7,9 segundos. Sin embargo, el aumento de peso del sistema híbrido se nota y el motor gasolina de 180 CV casi iguala esa cifra con sus 8,1 segundos. El motor 130 CV de gasolina queda algo más rezagado al mover al C5 X, con 11,3 segundos. Un Mazda 6 Wagon con motor gasolina atmosférico de 145 caballos le aventaja en un segundo, aunque su eficiencia de combustible es peor.

Ayudas a la conducción

Las ayudas a la conducción que trae el Citroën C5 X de serie son:

• Faros LED 
• Detector activo de cambio de carril
• Asistente de frenado activo
• Reconocimiento de límites de velocidad y señales 
• Luces de carretera automáticas
• Paquete de alumbrado y visibilidad
• Control de tracción y estabilidad
• Freno de estacionamiento eléctrico