Los nuevos límites de velocidad en ciudad no funcionan en la vida real y varios ayuntamientos los rechazan

La norma, tan poco estudiada y consensuada, de implantar un límite de velocidad a 30 km/h en algunas calles de nuestras ciudades ha comenzado a ser contradicha e incluso revocada por parte de algunos ayuntamientos españoles. Estos ya han comprobado cómo dicha reducción de la velocidad legal en el casco urbano de sus municipios trae consigo algunos de los problemas que Juan Francisco Calero, entre otros expertos del sector del automóvil, anticipaba que podían sobrevenir en forma de atascos, retrasos y dificultades para gestionar el tráfico en las horas punta. En este vídeo, nuestro director editorial explica con detalle las consecuencias que está teniendo la medida en cuestión.

Configura un coche urbano

Durante los últimos lustros, se han hecho inmensas (y millonarias) obras de ingeniería en las ciudades para facilitar la circulación dentro de ellas y aumentar el tránsito de vehículos cuando han de atravesarlas, pero la realidad es que, en muchas avenidas y bulevares, circular a una velocidad tan baja como 30 km/h es más contraproducente de lo esperado y las supuestas ventajas que conllevaba se diluyen en un mar de conflictos. Resulta evidente que el resto de elementos móviles, como ciclistas y peatones, salen ganando con esta medida en forma de seguridad. Sin embargo, también es cierto que la seguridad vial es una responsabilidad de todos, no sólo de los conductores.

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