El proyecto Trinity de Volkswagen puede ser la revolución más feroz de la industria automovilística
27 de enero de 2021 de Javier Montoro
La industria del automóvil ha evolucionado más en los últimos diez años que durante los cien anteriores. Sin embargo, este sector todavía cuenta con el reto de mejorar un método de producción en cadena que apenas se ha perfeccionado desde que fuese ideado por Henry Ford, a principios del siglo pasado, y que lleva asociadas ciertas mermas de fiabilidad por las compañías que lo ponen en práctica. En este sentido, Trinity es un proyecto de Volkswagen que tiene como principal objetivo revolucionar sus procesos de fabricación y la manera en la que se conciben sus productos. Juan Francisco Calero, sintetiza este ambicioso plan estratégico en su último vídeo.
Configurar un Volkswagen eléctrico
La manufactura de vehículos permanece casi invariable desde el Fordismo, cuyo procedimiento se fundamenta en la máxima de que jamás se debe detener la cadena de montaje para conseguir el mayor número de unidades al menor coste posible. Incluso los fabricantes automotrices más recientes, como Tesla (aun tratándose de una empresa disruptiva en otros ámbitos), aplican los conceptos cardinales de esta técnica en la actualidad. Sólo determinadas compañías, como Toyota, varían sutilmente este proceso en pro de obtener un nivel de calidad en sus coches que marque diferencias con las firmas que trabajan de un modo más tradicional pero casi obsoleto.
En concreto, el proyecto Trinity de Volkswagen gira alrededor de la creación de un modelo emblemático que llegará al mercado en 2025 y que cambiará los principios de la producción en cadena y las fases de desarrollo de sus automóviles, de forma que se obtenga la capacidad de acelerar, simplificar, rentabilizar y automatizar el curso de la elaboración automotriz. Los pilares fundamentales de esta revolución que componen la “trinidad”, además de la nueva fabricación, serán el software y la plataforma sobre la que se construya ese primer coche, que constarán de la misma importancia, estarán completamente diseñados desde cero y se dotarán de una ingente inversión económica, la cual tiene como propósito anticiparse al futuro y al resto de compañías mediante la innovación más agresiva.
Quien obtenga esta ventaja competitiva, a veces infraestimada por los integrantes de una industria con tintes conservadores, seguramente logre el éxito comercial y el liderazgo de un sector que se encuentra en plena transición tecnológica o, lo que es lo mismo, en la senda hacia el arraigo del vehículo eléctrico, conectado y autónomo que pretende acaudillar Volkswagen, tal y como explica Juan Francisco, nuestro director editorial, en la última entrega de su canal de YouTube.