La opinión de carwow.es sobre el documental Schumacher en Netflix

El equipo editorial de carwow.es ha visto y analizado el documental Schumacher que Netflix estrenó hace pocas semanas y que cuenta, al mismo tiempo que homenajea, la vida del piloto alemán, reconocido por su exitosa trayectoria en la categoría reina del automovilismo: la Fórmula 1. En este artículo te damos nuestra sucinta opinión sobre este reportaje sin revelarte nada (lo que se suele llamar en jerga juvenil “hacer spoiler”) que pueda sabotear tu ilusión por conocer la historia que ha decidido contar la productora americana de contenidos de entretenimiento sobre este personaje tan idolatrado. Ya te avanzamos que no nos ha gustado.

Schumacher, que se estrenó el pasado 15 de septiembre en dicha plataforma audiovisual por suscripción (debes saber que ver este documental tiene un coste), relata la evolución personal y profesional de Michael Schumacher, uno de los pilotos más aclamados y respetados de la Fórmula 1 por su carácter enigmático y por haber logrado siete títulos mundiales en este deporte, desde un punto de vista cercano y casi íntimo. En general, se presenta como una alabanza llena de material de grabación inédito, parte del cual fue recientemente desclasificado, pero que da cabida a algunas pocas críticas sobre su personalidad, a veces inexplicable.

El archivo en cuestión, que dura cerca de 2 horas, ha tenido una dirección eminentemente alemana. A diferencia de lo que podría pensarse al tratar sobre Fórmula 1, no se trata de un documental especialmente divertido o que invite al espectador a vivir una fuerte experiencia delante de la pantalla. En este sentido, debido a la gran cantidad de figuras de relevancia que ofrecen su testimonio en Schumacher, nos ha parecido un contenido interesante desde una perspectiva meramente cultural, pero muy descafeinado para un público o una audiencia potencia en su mayoría aficionada al automovilismo. No creemos que sea ameno.

El enfoque de este documental no sólo decepciona por su tono melodramático y su ritmo narrativo, exasperantemente lento, sino que prescinde de las declaraciones del propio Michael, el cual, por desgracia y como seguramente sepas, no puede comunicarse con normalidad debido al accidente de esquí que sufrió en el año 2013. Se habla muy poco de su vida privada tras dicha tragedia. A lo largo de Schumacher, que transcurre por distintos escenarios en un orden estrictamente cronológico, se abarca la amplia carrera del piloto sin ahondar demasiado en sus defectos, que se resumen en una gran falta de templanza, respeto y sentido común al volante.

En conclusión, creemos que Schumacher no está a la altura de otros documentales sobre conductores de Fórmula 1 como Senna (2010). Su orientación, lejos de juzgar si es la adecuada o no, nos ha aburrido bastante y nos ha impactado poco o nada. Sabe a poco. Es comprensible que la dirección haya decidido ocultar o preservar la privacidad del piloto alemán, pero estamos seguros de que los espectadores hubiesen deseado conocer de primera mano sus recuerdos, sus anécdotas y su opinión actual acerca de los errores que cometió en la pista y jamás reconoció públicamente. Como contenido informativo sí merece la pena encender el televisor.

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