Precio y opinión del Mercedes AMG G 63

Texto por Redacción Carwow

El Mercedes-AMG G 63 es la versión más potente de la Clase G, un todoterreno de verdad con 4,82 metros de longitud. Sin apenas cambios en su aspecto desde su lanzamiento en 1979, este modelo es toda una institución por su imagen y sus capacidades offroad. Esta última generación fue lanzada en 2018 y también tiene, por primera vez, unas reacciones muy buenas en carretera.

El G 63 AMG va un paso más allá, combinando el concepto de todoterreno puro con el lujo, la sofisticación y las prestaciones. Tiene un motor V8 de gasolina con nada menos que 585 caballos de potencia que, como te puedes imaginar, le da al coche un carácter bastante especial. Enamora por su sonido y por lo mucho que corre. Ahora bien, no es tan atractivo el consumo, tan disparatado como el coche en sí mismo.

El cambio de marchas es automático y la tracción es total, con reductora. No faltan tampoco los tres bloqueos de diferenciales, para poder salir de casi cualquier atolladero en el que te halles metido. No obstante, si lo que quieres es salir al campo con frecuencia, cualquier otro Clase G es más indicado.

El habitáculo poco tiene que ver con un todoterreno rudo. El G 63 es lujoso, con todas las comodidades que puedas imaginar, bastante espacio para ocupantes y equipaje, un equipamiento de seguridad muy abundante y una calidad de acabados muy elevada. Dicho esto, Mercedes-Benz ofrece otros modelos que cumplen mejor para un uso familiar.

El Mercedes-AMG G 63 apenas tiene rivales en el mercado; no hay casi todoterrenos tan caros y potentes. Por concepto, si acaso, el Land Rover Defender 110 V8 de 525 caballos, pero queda lejos de la exclusividad del Clase G.

Espacio interior

El habitáculo del G 63 es destacable por su anchura y su altura, que están favorecidas por las formas regulares de la carrocería. Atrás pueden ir sentados tres adultos sin mayores estrecheces. El espacio para las piernas es un poco escaso si se tiene en cuenta la longitud exterior del coche, pero una persona alta va a ir confortable en cualquiera de los asientos.

Acceder al interior de este coche no es el proceso más sencillo del mundo porque queda muy alto con respecto al suelo y hace falta cierta agilidad. Las estriberas laterales ayudan un poco, pero aun así no es el coche ideal para personas con movilidad reducida.

Maletero

El maletero del G 63 es idéntico al del resto de la gama. Con 454 litros no es precisamente enorme para un coche de este tamaño, pero resulta práctico porque tiene un hueco principal con formas regulares. Viene con argollas para fijar la carga, una redecilla en el costado izquierdo y una cortinilla extraíble para tapar el equipaje. Además, hay una red de separación de carga que permite almacenar objetos aprovechando toda la altura del habitáculo. Los respaldos de los asientos traseros se pueden abatir, pero dejan un escalón con respecto al piso del maletero.

La rueda de repuesto, como es tradición en este modelo, va colgada del portón trasero. Por este motivo, se abre de manera lateral, algo que no suele ser ideal en espacios angostos. En definitiva, el Clase G tiene un maletero aprovechable, pero si lo que quieres es capacidad de carga y un coche más apropiado para viajes, es mucho mejor optar por un GLE, por ejemplo.

Multimedia

El G 63 tiene dos pantallas, una para la instrumentación y otra que permite manejar el sistema multimedia. Ambas son de 12,3 pulgadas y se ven fenomenal en todo tipo de circunstancias. Ninguna de ellas es táctil; la de la instrumentación se maneja desde el volante y la del salpicadero mediante unos controles de la parte baja de la consola. Viene de serie con navegador y conectividad con Android Auto y Apple CarPlay.

El G 63 tiene un motor de gasolina V8 con 4,0 litros de cilindrada y 585 caballos. Tiene inyección directa, está sobrealimentado por dos turbos y dispone de un sistema de desconexión de cilindros. El único cambio de marchas disponible es automático de nueve relaciones, con reductora. La tracción es permanente a las cuatro ruedas.   

Conducción

El G 63 es un coche muy ‘bruto’ en todos los sentidos. El motor, además de ser muy potente y darle unas prestaciones tremendas, emite un sonido embriagador.

Esta nueva generación del Clase G tiene unas reacciones en curva mucho más parecidas a las de un turismo que el modelo anterior y esta versión en particular va particularmente bien. La suspensión es de muelles helicoidales, pero se puede regular su dureza.

Eso sí, debido a que tiene unos neumáticos con menor perfil que el resto de versiones y unas salidas de escape laterales que restan altura libre al suelo, no es el mejor Clase G para salir al campo. No obstante, mantiene características muy camperas, como la reductora y bloqueos para los tres diferenciales.

Consumo y emisiones

Como te habrás podido imaginar, el G 63 AMG no es un prodigio de la eficiencia. Con un consumo medio homologado de 16 l/100 km, hay que disponer de una cartera muy abultada, aunque seguro que esto no es un problema si puedes comprar el coche en primer lugar. En condiciones normales y haciendo un uso mixto, espérate unos 20 l/100 km de consumo real.

Prestaciones

El G 63 tiene unas prestaciones de escándalo para un todoterreno de este tipo. Solo necesita 4,5 segundos para acelerar entre 0 y 100 km, más o menos lo mismo que un Porsche 911 Carrera.

Ayudas a la conducción

El G 63 tiene las mismas ayudas a la conducción que el resto de la Clase G, que pueden ser muchas. Tiene, entre otras cosas, control de crucero adaptativo, aparcamiento automático, control de la distancia de seguridad, sensores y cámaras que para controlar el perímetro del coche y reconocimiento de señales de tráfico, entre otras cosas.

El Clase G 63 AMG es un coche único que ofrece sensaciones de deportivo en un formato de todoterreno tradicional. Comprarlo no es razonable desde un punto de vista práctico, pero si apelamos a las emociones, pocos rivales se le acercan. Si tienes los recursos para comprarlo y echarle de comer, no vemos motivos para no hacerlo.